En el díade ayer, jueves, en el programa “Intratables” conducido por Santiago Del Moro,la periodista Silvia Fernández Barro relató la horrible experiencia que le tocóatravesar esa misma madrugada cuandorecibió una llamada de un extraño que la dejó temblando.
“Esto quevoy a contarles tan cortito, es como contarles los 15 segundos peores de mivida, tan peores de mi vida que creí que mi hijo Bruno había muerto” comenzó diciendola panelista que contó que alrededor de las 2 a.m. sonó su teléfono y selevantó corriendo a atenderlo. Exaltada por la hora, ese tiempo que pasó hastaque atendió, le sirvieron para imaginarse lo peor.
Lejos decalmar sus temores, del otro lado de la línea escucha la voz de un hombre quele dice llorando “Mamá, mamá, no sabes lo que pasó”, lo cual automáticamente lellevó a la mente la imagen de su hijo menor llamándola para avisarle algunamala noticia de su otro hijo Bruno.
Con toda la preocupación de una madre, perotratando de mantener la calma, ella le pregunta qué es lo que estaba pasando, alo cual esta persona le responde que le están apuntando con un revolver a lacabeza.
En el mismomomento que recibe la respuesta e imaginó una tragedia,la periodista empezó a pensar en otras posibilidades, entre las cuales estabala opción de estar siendo víctima de un engaño. Recordando los repetidos casosde secuestro virtual que son noticias a diario y no descartando nada, le pidióque se tranquilice y le preguntó su nombre con lo que pudo confirmar susospecha.
El hombreque seguía diciendo que era “horrible” lo que estaba sucediendo, le dijo que sellamaba Juan, lo cual no coincide con ninguno de sus hijos.
Eso por un lado lehizo recobrar la tranquilidad, “Mi hijo no se llama Juan” le explicó, y delotro lado se escucharon risas, “Pero ya la vas a pagar” amenazó el hombre justoantes de cortar.
Silviadescribe como llamó al 911 temblando para dar aviso de lo sucedido y entregar elnúmero telefónico que había quedado registrado para que la policía investigarade dónde provenía y quién era el autor del engaño.
Asegura que se quedó “temblando comouna hoja” y que en ese mismo instante estaba tan alterada por lascircunstancias, que cualquier cosa podía suceder. “Si yo hubiera tenido a esostipos delante de mí los mato, me convierto en una asesina, suena tremendo,terrible” sentenció finalmente.