A un mes de las lluvias que provocaron las peores inundaciones en la historia de Córdoba, Sierras Chicas, las ciudades afectadas siguen sufriendo las consecuencias.

Aquella noche del sábado 14 de febrero, mientras los ciudadanos serranos celebraban el día de los enamorados, la romántica lluvia desencadenó una trágica inundación que quedó grabada en la memoria de los cordobeses. Más de 300 milímetros de lluvia no dejaron de caer durante algo más de 12 horas.

Según los datos proporcionados por la Planta Potabilizadora de La Quebrada, en la ciudad de Río Ceballos, se verificó hasta el día 28 de febrero un total de 483 mm.

de agua caída en todo el mes, mientras que en el mismo período de 2014, la cuenta llegó a 372 mm. Además, entre el 13 y el 18 de febrero del 2014 se registraron 141 mm. de lluvias, confirmándose que el día que más llovió fue el jueves 13 de ese año con un registro de 52 mm. El récord histórico de precipitaciones caídas en la zona tuvo lugar en diciembre del año 1977 y fue de 489 mm. -es importante tener en cuenta que diciembre tiene más días que febrero-. En definitiva, el segundo mes del año 2015 estuvo a 6 mm. de alcanzar el récord histórico.

Sigue lloviendo, sigue la esperanza

A un mes de la catástrofe que se llevó una decena de víctimas en las Sierras Chicas, sigue lloviendo en las ciudades serranas y los pronósticos aseguran que las precipitaciones continuarán hasta mediados de abril.

La posibilidad de que el clima siga azotando la zona norte de la provincia es aterradora. Demasiado sufrimiento tuvo que vivir esta parte del mundo como para seguir viendo un cielo gris que ofrece tristeza y agonía.

Lo que para los serranos era una marca registrada, hoy se ha convertido en una imagen para olvidar; el paisaje ha cambiado, el ruido del río genera miedo.

Todo aquello que antes de febrero del 2015 brindaba armonía, paz y felicidad, hoy genera terror y tristeza.

La fuerza del agua habló por sí sola la mañana del 15 de febrero; la corriente arrastró troncos, puentes, autos, casas y vidas. La naturaleza se llevó consigo un paisaje autóctono único e irrepetible. Sin embargo, la esperanza de los habitantes serranos que sufrieron las inundaciones, no se apaga, no se pierde.

En la actualidad, los "Evacuados del 18" como se nombra a los daminificados que viven en el Hotel "18 de Marzo", siguen adelante y trabajando para recuperar su hogar. Mirar sus rostros felices, a pesar de todo, brinda un reflejo de agradecimiento a Dios y a la vida de que la familia aún está en este mundo.