Todavía se mantiene cortado el Camino del Cuadrado, uno de los principales pasos que tiene la región noroeste de la provincia de Córdoba. Las fuertes precipitaciones, que cayeron desde mediados de febrero, han generado una caída de rocas y desmoronamientos. Desde vialidad provincial, aseguran que realizarán trabajos de arreglo, basados en la explosión de piedras gigantes, para luego trasladar los escombros.


"La solución que se tiene, dado que el material como está en el lugar no se puede estabilizar, es fragmentar las grandes rocas existentes para poder hacer que caigan y poder trasladarlas", aseveró Adrián Delgado, de la Dirección Provincial Vial, al diario "La Voz del Interior".


El Camino del Cuadrado es una de las obras más polémicas de la gestión de José Manuel de la Sota (1999-2007 y 2011-2015) y Juan Schiaretti (2007-2011). La licitación para la pavimentación de dos de sus tramos fueron obtenidos en parte por la empresa Britos SA. El segundo tramo es el más cuestionado: el desarrollo de su construcción fue cedida a la UTE Britos-Helport, éste último perteneciente al millonario Eduardo Eurnekian.


Según denuncias de la oposición, las obras padecieron un giro de sobreprecios por casi el doble. Así como la licitación estipuló una entrega de 47,5 millones de pesos por parte del estado provincial, las empresas recibieron unos adicionales de 14 millones por actualización de costos, más otros 19 millones por obras adicionales. Ambas empresas habrían recibido el total de fondos, aún cuando todavía falta por terminar un tramo de 3,3 kilómetros.


También ha habido denuncias por el impacto ambiental negativo que ha generado las obras en contra de la Reserva Natural Vaquerías, perteneciente a la Universidad Nacional de Córdoba. Según las mismas, la caída de escombros impactó fuertemente en la flora y fauna del lugar, además de problemas con los cursos de los arroyos.


En diciembre de 2014, se reveló que dentro del directorio de Britos SA participa el inefable Horacio Miró, sindicado de ser testaferro del gobernador De la Sota. Esto se debió a la filtración de cámaras ocultas realizadas al empresario Hermann Karsten -ex directo de la recolectora de rentas Kolektor- que señala a Miró como "el Lázaro Báez" del Gobierno de Córdoba. A partir del escándalo, la empresa Britos lanzó un comunicado aclarando que Miró forma parte de la empresa.