Seis policías federales pertenecientes a la delegación Córdoba enfrentan imputaciones graves de corrupción. Las acusaciones son por extorsión, privación ilegítima de la libertad, asociación ilícita y otros. Las audiencias estarán a cargo del Tribunal Oral Federal N° 2, sito en la avenida Concepción Arenal frente al Parque Sarmiento y versarán sobre hechos ocurridos siete años atrás.
El "Club del millón" es el nombre que los propios integrantes bautizaron a su banda delictiva y refiere a la cantidad de dinero que se pretendía recaudar mensualmente. El grupo estaba compuesto por seis funcionarios, entre ellos el Jefe de la Delegación Córdoba de la Policía Federal y el tercero en el orden jerárquico.
En abril de 2008, la sociedad cordobesa se vio conmocionada por un operativo que tuvo todos los ribetes de un largometraje de acción y suspenso en el mismo centro neurálgico de la ciudad: Plaza San Martín, frente a la Catedral y El Cabildo Histórico. Un grupo de "encapuchados," agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) desplegó un operativo de "encierro" a plena luz del día y frente a una multitud de personas que circulaba de manera casual. El choque casi termina en una balacera, aunque finalmente la banda se entregó. Los testigos ocasionales no salían de su estupor, al observar que los apresados eran ni más ni menos que integrantes de la Policía Federal Argentina, a la que se suma la condición en que se presentaron sus captores. Cinco personas fueron atrapadas, una logró huir pero finalmente cayó en manos de la PSA en la propia sede Córdoba de la Policía Federal. La Policía Aeroportuaria, difícilmente intervenga en operativos de esta naturaleza, fuera de su ámbito natural (los aeropuertos), pero obraron por orden y mandato de las autoridades judiciales, con potestad para tales requerimientos.
EL grupo interpelaba a los damnificados solicitando el pago de sumas de dinero para evitar allanamientos, robos, secuestros o ataques a familiares; llegaron a desplegar operativos falsos (con apariencia de legalidad) con no menos espectacularidad que los hechos narrados en ocasión de su detención. Uno de ellos consistió en un despliegue que les permitió "copar" una galería del microcentro cordobés, allanando distintos comercios dedicados a la compraventa de oro, cambio de dólares, etc.
Entre las pruebas que han de presentarse figura una "reunión" en un restaurante del Parque Sarmiento, entre algunos de los integrantes y un representante del Centro de Comerciantes Mayorista, a quien también habrían extorsionado.
