Finalmente, Nadal volvió a perder en Roland Garros. Su última y única derrota había sido ante el sueco Robin Soderling en el año 2009. En aquel entonces Soderling lo venció 6-2; 6-7; 6-4; 7-6 en la instancia de octavos de final y terminó con una racha de cuatro títulos consecutivos del español. Además, dependiendo de lo que haga Tsonga, podría salir de los diez mejores del ránking tras 10 años.

Por el lado de Djokovic, está ante la gran oportunidad de lograr el único Grand Slam que le falta y que tan obsesionado parece tenerlo en los últimos tiempos.

Y ahora es más favorito que nunca, no sólo por estar imparable esta temporada, en la que está invicto en los torneos grandes habiendo obtenido el Australian Open y los Masters 1000 de Indian Wells, Miami y Roma. Sino que además de la eliminación de Nadal a manos de él se suma la de Roger Federer quien cayó ayer ante su compatriota Stan Wawrinka.

En lo referido al encuentro, hubo un claro dominador de principio a fin. Ése fue Djokovic, que desde el comienzo marcó el ritmo con un parcial de 4-0. Sin embargo el español pudo igualar la cuenta y estirar el set inicial. Luego de perder varios set points en sucesivos juegos con el saque de Nadal, Nole evitó el tie-break y se llevó la primera manga por 7-5.

El segundo set fue mucho más parejo y cada uno mantuvo su saque hasta el 4-3 en favor del serbio. En el octavo game llegó probablemente el momento en el que se comenzó a definir el encuentro, ya que Djokovic logró quebrar y luego sostuvo su servicio para imponerse por 6-3.

Si bien el partido parecía definido, contra el oriundo de Mallorca y nueve veces campeón del certamen nunca se sabe qué puede ocurrir.

En el día de su cumpleaños número 29, esta era la primera vez que se encontraba dos sets a cero en desventaja en su historia en Roland Garros y por su pasado allí había una luz de esperanza. Pero el presente de Nadal no es el mejor (sólo ganó el ATP 250 de Buenos Aires en 2015) y esa luz fue apagada con contundencia y mucha solidez por parte del número 1 del mundo para llevarse el set decisivo por 6-1.

El último choque de cuartos de final lo protagonizaron Andy Murray y David Ferrer. El escocés está en la mejor temporada de su carrera sobre polvo de ladrillo y obtuvo este año sus únicos dos títulos sobre esta superficie (ATP 250 de Munich y Masters 1000 de Madrid). El duelo se lo llevó Murray por 7-6 (4); 6-2; 5-7; 6-1 y en la próxima instancia enfrentará a Djokovic. En el otro lado del cuadro, el local Tsonga se medirá ante el suizo Stan Wawrinka con la ilusión de ser el primer francés en ganar el Grand Slam parisino desde que lo hiciera Yannick Noah en 1983.

Con las derrotas de Nadal y Federer habrá un nuevo campeón de Roland Garros desde 2009, cuando el propio suizo se consagró al vencer a Soderling en la final.