VIRGO, El ermitaño con el 4 de espadas anuncian un periodo de introspección y recogimiento para curar unas heridas que tú mismo te has infligido a base de presionarte con la esperanza de entrar en un molde que no te correspondía. Esta carta para tu signo es especialmente relevante, ya que se relaciona con el elemento tierra (el trabajo, la vida práctica, el dinero, la familia) y señala directamente una actitud que se extiende a cada instante de tu vida.
El diablo aparece de la mano del sol; lo que podría ser una buena noticia, como un embarazo, puede trastornar profundamente tu vida y no es el momento.
Tu propio humor no está receptivo para aceptar lo que a día de hoy sólo supone cargas y contratiempos. A veces las oportunidades salen a nuestro encuentro, y aunque estamos preparados para aprovecharlas, nuestras circunstancias nos lo impiden. No durará, en caso de que reconsideres tu actitud hacia los pequeños retos diarios y cómo afrontarlos de manera eficaz.
No trates de abarcarlo todo, como has hecho durante las semanas anteriores. Ahora estás pagando los platos rotos, el trabajo mal concluido y un ambiente tenso y desconfiado provocado por tu propia frustración. Curiosamente, el paje de copas junto con el carro indican que vas a recibir muy pronto ayuda de un familiar, hermano o amigo, que limpiará las telarañas de tu mente.
Puede que al principio no te haga gracia que te obliguen a moverte del sofá, pero ésta persona te convencerá a base de buen humor e soluciones prácticas, que estaban tan cerca de tu vista que por costumbre, llevas toda la semana ignorando.
La torre junto la estrella apuntan un camino, tú camino, que debes abandonar inmediatamente por tu bienestar espiritual.
No será difícil ya que para encontrar otra dirección sólo hay que detenerse y dar media vuelta. Te sorprenderá ver que nadie te estaba siguiendo. Se trata de un camino interior; mientras sólo necesitabas permanecer muy quieto y disfrutar del paisaje que parecía acercarse a ti como un espejismo, corriste hacia él arrasando el terreno y edificando así una prisión estéril.
Según tu tenacidad, los barrotes pueden haberse extendido hasta cubrir varias parcelas de tu actividad, incluso la laboral. Para ti vivir y trabajar van de la mano, y trasladas cada una de convicciones de un ámbito a otro. No será nada fácil, pero tu capacidad de sacrificio innata te aporta “de fábrica” la paciencia para conseguirlo.