Dos adolescentes de 12 y 16 años fueron gravemente heridos tras el ataque de un tiburón el pasado lunes mientras se encontraban nadando en la playa Oak Island de Estados Unidos. Ambos perdieron brazos al ser rescatados por las autoridades y llevados de urgencia a un hospital cercano.

Las víctimas no se encontraban juntas a la hora del ataque, sino que entraron al agua con una hora y media de diferencia.

Se presume que el tiburón fue el mismo en ambos ataques. Sin embargo, tras largas horas de búsqueda en un helicóptero,el animal no pudo ser avistado.

En el momento del hecho, la playa de Carolina del Norte se encontraba colapsada de turistas que, al escuchar gritos desde el agua, corrieron el busca de ayuda y avisaron al resto que se alejara del mar. El equipo de rescate, incluidos guardavidas, llegó inmediatamente y, tras sumergirse, logró salvar a los chicos.

Según los testigos, la imagen era similar a "escenas de la película Tiburón." En la fotos sacadas por los turistas, puede verse a los niños tirados en la playa con su extremidades ensangrentadas, y a su lado las tablas para barrenar, con mordiscos de tamaños desmesurados.

Según el oceanólogo ruso Viktor Ushívtsev, la causas de un ataque de tiburón pueden ser múltiples. Desde confundir al humano con un lobo marino, hasta sentirse agredido y atacar en forma de defensa. Sin embargo, sostiene que en los últimos años la carencia de comida para grandes predadores en los océanos, principalmente por pesca indiscriminada, hace que los tiburones se movilizen a nuevos territorios en busca de alimento. A partir de su gran sentido del olfato, muchas veces se trasladan a las costas de playas pobladas debido a que huelen la comida que muchos turistas arrojan al mar para alimentar a peces más pequeños.

Según las autoridades locales, los ataques de tiburón en esas playas son muy infrecuentes, y creen que se trató de una rareza que no volverá ocurrir.

Por ahora, el balneario permanece abierto al público y no hay indicios de que vaya a clausurarse.

Antecedentes

Año a año, entre 60 y 80 personas mueren en el mundo por ataques de tiburones. 2014 fue víctima de 72 ataques, de los cuáles 52 ocurrieron en Estados Unidos. Los números pueden sorprender y generar conciencia, pero no hay que escapar al siguiente dato: cien millones de tiburones son asesinados por humanos año tras año.