Recientemente se ha divulgado en los medios la penosa muerte de Miss Honduras, María José Alvarado y de su hermana Sofía Trinidad Alvarado, sin embargo son muchos los homicidios que se llevan a cabo en Honduras.
Según el último dossier emitido por El Observatorio de la Violencia en Honduras, en el presente año han sido asesinadas 453 mujeres y en 2013 se contabilizaron 636 muertes violentas, cifras verdaderamente inquietantes y preocupantes.
En el informe se indica que el 70% de estos crueles fallecimientos corresponde al de mujeres de entre 20 y 24 años.
Según parece el machismo en ese país es descomunal, y probablemente es la problemática que resulta en tanta violencia de género.
Con referencia a las muertes de Miss Honduras y su hermana, cuyos cadáveres aparecieron junto a un río, la policía detuvo al novio de esta última, Plutarco Ruiz, y lo acusaron del crimen que al parecer llevó a cabo por celos.
La fiscal de la mujer Grisel Amaya declaró que "uno de los principales obstáculos para frenar la vorágine de la que es víctima la población femenina es la falta de recursos, si bien es cierto que se han destinado recursos, estos han sido escasos y no hay acciones articuladas para el combate a este delito".
No existe en Honduras una institución que recoja, procese y analice de forma metódica todas las manifestaciones de violencia sufridas por las mujeres.
El pasado lunes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró su preocupación por el aumento y la alta violencia hacia las mujeres en ese país y recomendó al Gobierno y a los poderes del Estado fortalecer el cumplimiento de las leyes y recrudecer la persecución de estos crímenes. La organización así mismo reiteró "su más firme compromiso con el apoyo a la generación de políticas públicas", y también señala que la violencia contra las mujeres en Honduras es inaceptable y se puede evitar.
A pesar de que en el año 2013 se incluyó el feminicidio en el código penal de Honduras, hace falta fortalecer a las instituciones encargadas para proteger, promover y garantizar los derechos de las mujeres.