Recientemente ha sido proclamado como el actor mejor pagado de Hollywood debido a los rendimientos que ofrecen sus trabajos en la taquilla, más que nada con las cintas de superhéroes que protagoniza, bien se trate de repartos corales, caso de The Avengers: Los Vengadores, o comparta cartel con otro de los más solicitados, como es Jude Law, en las siempre esperadísimas aventuras de Sherlock Holmes en las que los dirige Guy Ritchie, e incluso a nivel prácticamente personal metiéndose en el traje de Iron Man, de la que ya se ha anunciado su cuarta parte.

El neoyorkino se quita ahora todos esos trajes tan comerciales y se mete en el de un abogado que tras la muerte de su madre se tiene que enfrentar al mayor de los desafíos: al juez que es su padre. Robert Downey Jr. mano a mano con Robert Duvall. Menudo regalo para los espectadores. Y si a ellos les añades a Vera Farmiga, Vincent O´Donofrio y a Billy Bob Thornton la reunión del excelente reparto no puede ser más evidente. De hecho, al respecto de los dos protagonistas, ya se habla de posibles candidaturas al Oscar. Dos colosos compartiendo pantalla no es fácil de ver, sobre todo cuando uno de ellos es la leyenda que obtuvo la estatuilla por El precio de la felicidad y al que también se le reconoce por sus trabajos en Bullit, El padrino o Apocalipsis now.

Downey Jr., a pesar de su prestigio, solo ha conseguido reunir dos nominaciones al premio, una como mejor actor por su caracterización de Chaplin en la película del mismo título, y posteriormente otra como mejor actor secundario por su interpretación en la sensacional comedia Una guerra de película.

En este nuevo título ambos actores tienen que ofrecer el lado más emotivo y humano de unos personajes que continuamente se están reprochando el pasado, por lo que para los dos fue un trabajo intenso pero muy gratificante.

Lo hicieron a las órdenes de David Dobkin, conocido por comedias alocadas como Los rompe bodas o Si fueras yo, que da con esta película un interesante giro a su carrera y se mete de lleno en el drama familiar y en el ambiente judicial, algo que suele dar muy buen resultado de cara a un público más adulto que al que solía dirigir sus conocidos films anteriores. Un target diferente que le mete de lleno en la lista de directores a considerar para proyectos futuros de mayor envergadura.