La pieza teatral “Estado de ira” nació en el circuito del Teatro Off porteño, producida por el Complejo Teatral de Buenos Aires. Pero paso rápido y con gran éxito al circuito comercial en solo dos años. El autor creativo, complejo y hábil ha creado una historia de una obra de teatro dentro de otra obra. Este recurso no es novedoso, se da desde los inicios del teatro, pero en esta oportunidad el resultado ha dado buenos frutos.
La trama narra las vicisitudes que debe pasar una afamada actriz de época, cuando comete el error de aceptar reemplazar a otra en un teatro municipal.
Con tal solo un día debe afrontar dicha ardua tarea y es ayudada por un grupo de actores que se dedicaran a guiarla para llegar a tiempo con su personaje. El autor presenta en forma de comedia cuales son los problemas que tiene que atravesar durante toda la noche la protagonista dentro del nuevo grupo de colegas. Lo interesante de la puesta es la complicidad desde un principio con el público. La cuarta pared desaparece en cuanto uno entra al recinto donde se desarrolla la obra. Los personajes intercambian palabras todo el tiempo con el espectador y lo hace sentir cómplice de cada cosa que pasa en el escenario. Las correcciones están a simple vista. Y tal proceso de ensayo se ve colmado de tantos concejos, correctivos y reproches hacia la nueva compañera que la llevan a brotarse y terminar en un estado que da título a la obra.
El excelente trabajo de actuación del elenco es algo para destacar. Todos están correctos en sus personajes y se hace difícil no destacar a cada uno. Que por suerte para ellos el director ha sabido darles lugar y momento para lucirse de manera individual durante la trama. Igual así el trabajo de Paola Barrientos es algo que no se puede dejar de alagar.
Su composición y su variación en personalidad que cede al personaje son maravillosas. La seguridad que plasma al principio de estrella actoral se ve mutar durante la noche y termina en un inolvidable ataque de locura. Diego Velázquez explotando al máximo sus condiciones de buen actor se lo ve trasmitir por igual distintas emociones tanto para la comedia, algunos momentos dramáticos o perturbadores, al desdoblarse en varios personajes.
Y Carlos Defeo se luce en el papel de actor consagrado pero hermético que brinda los mejores momentos de versatilidad al pasar en un segundo de la calma a la locura causando asombro y diversión a la platea.
La escenografía e iluminación son fabulosas y permiten reconvertir el escenario cuantas veces sea necesario delante del publico sin limitaciones. La puesta resulta poco común, con un mensaje para la reflexión. Poco pretenciosa pero trascendental y resulta así imperdible.
Elenco: Paola Barrientos; Pablo Castronovo; Carlos Defeo; Marina Fantini; Vanesa Maja; Cecilia Meijide; Dalila Romero; Diego Rosental; Maria Ines Sancerni; Gabriel Urbani y Diego Velázquez.
Iluminación: Eli Sirlin
Escenografía y vestuario: Oria Puppo
Dramaturgia y dirección: Ciro Zorzoli
Funciones: Septiembre lunes y martes a las 21 hs
Octubre y Noviembre lunes a las 21 hs
Teatro Picadero. Pasaje Santos Discepolo 1857. Cap. Fed.