Claudio Tolcachir sigue al mando de "La Omisión de la Familia Coleman" que se exhibe en sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, un suceso que nació del teatro independiente, recorrió una veintena de países y que hoy cumple una década. ¿Qué tiene la familia Coleman?  Es una convivencia inestable, disfuncional, pero unida con el sarcasmo, la ironía y la complicidad de lo cotidiano a través de vínculos un poco desequilibrados.

Una manía familiar a cuenta gotas, donde la risa y el drama son las dos caras de la misma moneda. 

Con un montaje escénico bien amoblado, de modestos efectos sonoros, la obra busca impresionar a través de sus personalidades: una madre "inmadura", una abuela que es madre y hermanos sumidos en amplias discusiones. Los diálogos se entrecruzan en voz alta, como una reconstrucción de (¿típicas?) discusiones intrafamiliares. El resto del elenco cierra la completud que la obra necesita. Todos son imprescindibles a la trama, aún los que no forman parte de la familia, como el médico y el chófer. Con muy buenas actuaciones, se destaca la laboriosa interpretación de Miriam Odorico, que encarna a Meme, personaje difícil de llevar a cabo, pero pulido a la perfección; y la incansable actuación de Inda Lavalle, que personifica a Vero. 

La Omisión de la Familia Coleman relata la mecánica de vínculos peculiares, donde cada integrante comparte uniones egoístas en una neurosis hogareña y todo reposa en el espacio de una casa.

Son grietas que perduran años, como casas viejas que tienen de encanto el estilo, pero en su interior es óxido y humedad. La familia se sostiene, aunque es escabroso definir cómo. La obra está bien sustentada con diálogos que invitan a la risa en diferentes momentos y actuaciones superpuestas, pues hay que vigilar qué hacen los personajes cuando no abandonan del todo la escena.

Aunque por momentos indescriptible, la "omisión" es una incertidumbre que se inmiscuye en la mente del espectador. Es la ambivalencia del sentimiento, risa y angustia en un solo tiempo. Y después de todo, se cierra el telón, pero ¿quién puede asegurar que su familia no comparte, aunque sea algunas migajas de esta progresiva enajenación?

La Omisión de la Familia Coleman surgió en 2005 en el barrio de Boedo, en el PH del mismo director, que también se había convertido en su Teatro. Hubo una preparación de nueve meses para el primer texto teatral de Tolcachir. Se estrenó un agosto lluvioso sin mucha expectativa, pero la rueda comenzó a girar y ya recorrió 22 países, fue estrenada en 7 idiomas y cumplió más de 2000 funciones. Este año, la obra cumple una década artística desde su concepción en el "teatro off".

Los actores

Abuela: Cristina Maresca

Memé: Miriam Odorico

Vero: Inda Lavalle

Marito: Fernando Sala

Gabi: Tamara Kiper

Dami: Diego Faturos

Hernán: Gonzalo Ruiz

Médico: Jorge Castaño

La Omisión de la Familia Coleman se exhibe en Sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, en Corrientes 1660 los viernes a las 22:15 y los domingos a las 21:15. Dirección: Claudio Tolcachir