“Conocerse por internet” era, hasta hace relativamente poco, mal visto. Era el último recurso del desesperado. Pero hoy en día el prejuicio está desapareciendo, y son cada vez más los que se atreven a echarle un vistazo al mundo del cortejo online. Sitios web como Match.com y apps gratuitas como Tinder prometen el sueño de conocer a alguien perfecto, que comparta los intereses del usuario, del mismo estatus social, y a tan sólo un click o un “swipe” de distancia.
“Sé que todo esto parece un juego. Pero es que el amor lo es; es el único juego de la naturaleza.
Casi todas las criaturas de este planeta lo practican, con la intención inconsciente de transmitir su ADN hacia el futuro”, opinó en una charla la antropóloga e investigadora canadiense Helen Fisher, hoy una de las mayores autoridades sobre comportamiento y atracción en los seres humanos, y reclutada hace ya diez años por Match.com.
Y es cierto. Todos buscan a alguien, y esta premisa nos lleva directamente a entender por qué el negocio millonario de los sitios y aplicaciones de citas está hoy en su momento de gloria. Millones de personas en todo el mundo se encuentran en este momento en la misma búsqueda, y es razonable que lo hagan a través de las redes, en una era en la que la interacción humana está cada vez más traspasándose a la web.
“El número de usuarios en Argentina de Match ha crecido un 20%, y esto es una prueba de que los argentinos están usando cada vez más los sitios para citas y apps”, comenta Andrea Iorio, VP de Match, quien cree que el prejuicio de encontrar pareja online está desapareciendo, y que es una costumbre que llegó para quedarse.
Descubrir un mundo nuevo
Pero, ¿por qué la gente está recurriendo más a estos sitios que a conocer a personas de maneras más tradicionales?
Iorio cree que hay tres motivos fundamentales: “El uso cada vez más intenso de la tecnología, los horarios de trabajo (ya que las personas trabajan más horas, propiciando el aumento del tiempo de conexión a internet y dispositivos móviles, además de que cuentan con menos tiempo para cuestiones personales), y, finalmente, el éxito de estos sitios o aplicaciones que cada vez es más sabido y comprobado por medio de casos reales.”
Apps como Tinder o Happn son más populares entre la gente joven, pero Iorio explica que todo depende de qué es lo que busquen, ya que sitios como OKCupid o Match.com quizás sean los más indicados para aquellos que quieran realmente asentarse y encontrar una relación estable, a través de algoritmos como el de “afinidad” o el de “popularidad”.
Algunas personas pueden todavía tener sus dudas, y es completamente entendible. Sin embargo, hay que reconocer que en pleno siglo XXI, en la era de lo digital y la tecnología, este tipo de apps y sitios son una consecuencia inevitable, que invitan a transportar la interacción humana a un medio no físico, y acercar así a personas de una manera que hasta hace algunos años parecía surrealista, pero que hoy llegó para quedarse.