Desmadre es una obra que ha estado en cartel en varias oportunidades. Con distinto equipo actoral y espacio teatral, la pieza fue estrenada anteriormente en “el Fino Espacio Escénico” en el año 2011 y posteriormente en “La Manzana de las luces” en el año 2013. En esta ocasión llega el teatro Tadrón, en el barrio de Palermo. Un espacio donde yacen obras con temáticas sociales, vanguardistas y resultan siempre una sorpresa y una buena experiencia para el espectador.
La sencilla escenografia representa el living de un departamento donde un matrimonio joven formado por una mujer traumada y su liberal esposo, un exitoso escritor planea una cena para amigos, pero en la previa una discusión descubrirá secretos, infidelidades y reproches acumulados.
Luego llegara la pareja invitada y los ánimos de enfrentamientos no decaen. Desde el comienzo la obra muta minuto a minuto como también sus protagonistas y también el lugar no es lo que realmente parece ser, todo en la historia muta hasta llegar a un final inesperado. Resulta así un cruce de destinos, una cita dramática con buenas interpretaciones y ciertos guiños de comicidad. Un verdadero enredo mental.
El guion de Federico Jiménez no defrauda quizá es un poco extenso y pierde cierto ritmo por momentos, pero el interés del espectador no decae y el suspenso crece hasta su final. Las actuaciones son parejas, al principio se presenta el drama luego llega el humor y vuelve a cerrar con gran dosis dramática.
Los detalles de comicidad los brinda Walter Muni, la sensualidad y desparpajo con gran histrionismo son de la mano de Ana Garcia. Y Marina Guisto es la que se luce en los momentos más dramáticos y mordaces, secundada muy bien en el papel de su esposo, Néstor Napolitano. La iluminación es un hecho que podría mejorar para exaltar las interpretaciones y enmarcar mejor las escenas, un cuota más intimista y sutil.
Singulares personajes en una obra compleja.
Desmadre es una singular obra, un drama psicológico con cuotas de varios géneros, la tensión no da tregua y así resulta una cita que se puede disfrutar, pero también tarea para el hogar o un café de sobremesa, la invitación a la reflexión. Todos los sábados a las 23hs en el teatro Tadron, Niceto Vega 4802 en Capital Federal.