CANsados de SER nos adentra en el seno de una familia desgastada, totalmente disfuncional, un drama con algunos guiños de comicidad y tintes ácidos en su dramaturgia. Pablo Lago, el autor ha creado una pieza costumbrista con intensos cruces entre sus integrantes que despiertan en el espectador emociones encontradas, entera reflexión e innegable empatía.

Cristian Majolo, joven creciente artista, una vez más se pone en el rol de director (Jamás me levantó la mano) y se supera al plasmar con acierto, una pieza mayormente dramática y con un significante grupo actoral, virtuosos y emotivos, crean personajes queribles y cercanos.

Destacables interpretaciones como Romi Pinto en un papel de hija mayor, corajuda, verborragia e intensa, transita con éxito los mayores momentos de drama y comicidad sin exageración ni fracturas. Amancay Espindola, como la madre sufriente, vívida de rearmar su familia pero con un angustioso pasado-presente que no ha logrado superar. Fede Marrale como el único hermano, incapaz de madurar y escapar de las alas de su progenitora. Y el joven Mathias Sandor emociona con su representación de joven parapléjico, cuidado al detalle y sensitivo. Completan el equipo de actores Inés Palombo y Juan Cruz Wenk como la clásica pareja que siguen adelante juntos a pesar de vivir en cortocircuito y en su cama no existir fuego alguno.

Una acertada elección de actores potencia la atrapante historia. 

Una escenografía provechosa, usando el jardín posterior como fondo de escenario, crea una realidad verosímil y permite al espectador vivir el espectáculo como espiando a una familia cercana. La iluminación es perfecta, parte vital de algunos pasajes de la dramaturgia que contribuye a potenciar las maravillosas interpretaciones.

Una vez más Majolo con sus puestas va creando un sello propio, distintivo en actitud, constancia y naturalidad, elevando al Teatro independiente. Se presentan en Chacarerean Teatre, Nicaragua 5565, por muy pocos viernes a las 21hs. No se la pierdan, no hay duda que se irán movilizados.