En la actualidad es cada día mas recurrente la presencia de políticos en las redes sociales, herramienta que surgió hace un par de años y que se hizo fuerte a nivel mundial en relación a difusión y tendencia. Las más populares son Facebook y Twitter.

En un gobierno que se dedicó exclusivamente a la lucha por el control de los medios masivos de comunicación, no es extraño que la política se mudara a los ámbitos de las redes sociales. A diferencia de los gobiernos anteriores, la tecnología mundial no era tan avanzada como lo es ahora y los presidentes tampoco parecía importarles tanto el poder en los medios.

Entre algunas particularidades que note de esta obsesión por el control por los medios puedo enumerar las siguientes: ley de medios audiovisuales, la transformación de un canal público en un relato 'K', el convencimiento de varios periodistas reconocidos a pertenecer al relato 'K' y el excesivo uso de la cadena nacional en horarios clave.

Creo que dicho panorama, condicionó a la política y la obligó a comunicarse y mediatizarse a través de las redes sociales. A pesar de que se podría utilizar de una forma eficiente, con la realidad actual del país creo que no es aconsejable la aparición de políticos en las redes sociales.

Los motivos principales se centran en que por luchas entre el poder gobernante y el grupo empresario Clarín, los medios en sí mismos se convirtieron en el canal perfecto de comunicación y manipulación a su antojo.

Es por esto que es más difícil que nunca poder analizar la información. Por ejemplo, el programa '6,7,8' tergiversa a su manera (a través del material de archivo) y algunos medios de Clarín lo hacen desde el sensacionalismo. Por esto mismo, la presencia de los políticos en las redes sociales puede ser usada por los medios para difamar, descontextualizar y condicionar cierto mensaje en pos de sus intereses personales.

También pienso que la política tiene sus espacios y las redes sociales no es uno de ellos. Si bien puede ser un medio para informar, hoy se utiliza con otros fines anteriormente mencionados. La política debe regirse en sus espacios. Los famosos "discursos públicos" deben volver a ser tan importantes como lo eran en épocas anteriores y repetirse con mayor frecuencia.

Ahí es donde un político puede comunicar su verdadero ser pasional, y todas sus intenciones se pueden deducir a través del discurso no verbal (gestualidad) y el tono y no a través de un mero mensaje que puede llegar en algunos casos a ser confuso y mal entendido. Las redes sociales dan una ventaja: el mal entendido, problema que no surge en un discurso oral, ya que aquí los mensajes se revelan de una forma más convincente y sencilla para su comprensión.

Recuerdo un discurso alucinante del presidente Ricardo Alfonsín en la rural en 1988, donde fue silbado por sus opositores durante varios minutos sin interrupción y en el cual el mismo Presidente radical hizo oídos sordos y continuó con su eufórico y pasional discurso.

Este tipo de actitudes son los que hoy faltan en nuestra sociedad. Se debe volver a promover los discursos orales, más que la utilización de las redes sociales.

El año pasado tuve la oportunidad de presenciar una conferencia del intendente de Vicente Lopez, Jorge Macri. Si bien no creí en su exposición y en su discurso, lo hizo frente a ciudadanos de la localidad de Munro a través de una invitación gratuita y formal en un salón. Dio a conocer sus intenciones y propuestas a través de su palabra, en frente de quien tenga ganas de escucharlo y también por medio de infografías. Desde mi punto de vista, este tipo de formas son las que debe manejar una personalidad ligada a la política y no a través del aprovechamiento de las redes sociales como técnica exclusiva de marketing, difusión y peleas.

Sería muy distinto si la realidad fuera otra, pero teniendo en cuenta la polaridad entre las distintas ideologías, la falta de respeto y la violencia generalizada de estos tiempos no me parece recomendable la presencia de los políticos en las redes.