Actualmente las empresas pretenden estar en las redes sociales pero muchas aún no comprenden su funcionamiento. Las ventajas son visiblemente poderosas, pero las desventajas pueden ser letales para cualquier marca o producto.

Hacer una fanpage de Facebook o una cuenta en Twiter resulta muy sencillo pero ¿Las empresas saben para qué sirven? Estar es fácil, lo que resulta difícil es permanecer.

Debemos tener en cuenta que la madre de las Redes Sociales es nuestra página Web oficial y que lo otro son complementos. Siempre el centro de este sistema de telecomunicaciones debe ser la Web por que si algún momento alguna red social cambia sus políticas o pierde uso, le gente debe haber estado dirigida a nuestra pagina oficial.

Esta es la correcta manera de utilizarlas, como camino a la página oficial.

Ahora bien, la clave está en la correcta administración de las redes sociales. Antes de insertarnos en este mundo debemos preguntarnos ¿Estamos dispuestos a recibir críticas? ¿Cómo vamos a reaccionar frente a ellas? ¿Como vamos a solucionar conflictos? ¿Estamos preparados para permanecer conectados todo el tiempo? ¿Podemos llevar adelante respuestas rápidas y precisas? ¿Quién va a ser el encargado de gestionar estas redes?

Esta ultima pregunta resulta fundamental, ya que designar un community manager en muchos casos es una alternativa muy inteligente. Frente a todos estos cuestionamientos podemos decir que debemos tener en cuenta que hay que preparar un plan comunicativo preciso de lo que pretendemos lograr.

Este tipo de páginas no permiten un acercamiento real e inmediato con nuestros clientes y seguidores, pero ¿para qué lo queremos?

  • Resulta fundamental escuchar qué quiere la gente, qué le demandan a la marca y frente a ello accionar.
  • Otro punto fundamental es tener en cuenta en dónde nos encontramos para comprender mejor al público. A esto se enfrentan las grandes cadenas que pretenden vender todos sus productos en cualquier país donde se insertan. La verdad es que no suele funcionar y hay que detallar claramente qué ideas, creencias y gustos comparte nuestro público.
  • Frente a las críticas, la mejor manera de gestionarlo es dando una respuesta inmediata; callar en estos casos, no es una alternativa.
  • Es decir, se debe ver atentamente qué piden los fans, planear estrategias para complacer y por último evaluar cómo funcionan cada una ellas.
  • Los comentarios negativos pueden devenir en una crisis, por eso hay que estar atento para solucionar.

Para ser parte de este mundo hay que estar preparado: ¿Todas las empresas lo están?