Leonela Gomez Vivero, la nena de 12 años de edad que era intensamente buscada por su familia desde el día jueves, fue encontrada muerta "colgada de un nogal" esta mañana en un terreno baldío ubicado a metros de su casa, en la localidad de Haedo, al oeste del Gran Buenos Aires.
¿Qué nos pasa como padres cuando vemos una noticia así? ¿Siempre sucedieron casos de chicos que escapan de las casas y no eran mencionados por no haber medios de comunicación? ¿Es una falla que tenemos hoy como padres? Hay demasiadas preguntas y no una respuesta.
El padre de Leonela dijo en una entrevista que le realizaron después del hallazgo, que su hija no era feliz.
Que definición fuerte y que lleva detrás mucho análisis. Saber, admitir o ver que alguien no es feliz y más aún si es nuestro hijo debe movilizarnos desde antes de sufrir un hecho así.
Encontraron que la nena buscó en internet maneras de cómo suicidarse y si bien las pericias no afirmaron aún que sucedió con el cuerpo, no descartan esa hipótesis. ¿Podemos prever una situación así para que no suceda?
Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapados en el medio de la niñez y la edad adulta. Sabemos que los adolescentes se sienten presionados para adaptarse socialmente, para tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad. También es una época de identidad sexual y relaciones sociales y donde se está en conflicto con las reglas y expectativas que otras personas constituyen.
En la actualidad muchos padres viven angustiados e impotentes ante el "nuevo" comportamiento de sus hijos adolescentes y no saben qué hacer frente a la distancia que muestran sus hijos, sin comunicación y hay veces con violencia verbal. Las amistades que crean, la educación que reciben, si sus padres son separados, si reciben apoyo en sus intereses y elecciones.
Termina siendo una crisis que los padres consideran en culpa a "la edad rebelde de los hijos". ¿pero es sólo culpabilidad del adolescente lo que suceda en esta etapa o son los padres los responsables?