El odontólogo platense que estuvo 16 años en prisión y actualmente posee prisión domiciliaria tras haber asesinado a su familia en el año 1992 nuevamente tiene problemas con la justicia. Esta vez la denuncia fue realizada por su nueva pareja, Berta André quien aseguró tener inconvenientes en la convivencia con Barreda.

El dentista de 79 años deberá presentarse a declarar ante los integrantes de la Sala 1 de la Cámara, Raúl Dalto y María Oyhamburu para dar una explicación sobre los conflictos denunciados por Berta. Según declaración de voceros, el pasado mes de abril Barreda se habría presentado ante la Justicia para hacer referencia al tema ya que quiere evitar que una denuncia de su pareja lo lleve a poner en peligro su libertad condicional.

La justicia ha decidido citarlo ya que tiene los resultados de un estudio realizado por el gabinete psicológico que atiende al dentista, donde fueron detectadas disconformidades dentro del seno conyugal. Barreda se refirió al tema diciendo que su mujer padece de problemas neurológicos que afectan continuamente a la pareja, además de los problemas económicos ya que viven con la jubilación mínima de 2.500 pesos mensuales. Aprovechó el momento para hacer reclamo de sus bienes que se encuentran aún en proceso judicial.

El pasado mes de noviembre la justicia había declarado a Ricardo Barreda como persona indigna de la sucesión de los bienes familiares, la sentencia había sido dictada por el juzgado Civil y Comercial de La Plata quien explicó que se lo excluía de la herencia por "indignidad" citada en el artículo 3291 del Código Civil.

Fue el 15 de noviembre del año 1992 cuando el odontólogo platense Ricardo Barreda asesinó a escopetazos a Gladys Mc Donald su esposa, a su suegra Elena Arreche y sus dos hijas Adriana y Cecilia. Se lo condenó a prisión perpetua en 1995 aunque por su buena conducta en la cárcel, en el año 2008 se le concedió la prisión domiciliaria, además por su avanzada edad de 70 años.

Su nueva pareja, Berta André, con quien Barreda se fue a vivir luego de salir de la cárcel hace ya 6 años que convive con él, aunque declaró que cada vez la convivencia es más difícil y dijo que cuando está irritado le molesta hasta el paso de una mosca.