La medida de fuerza está convocada para el próximo martes 9 y desde las entidades gremiales han establecido que la acción se prolongará desde la hora 0 del día martes hasta el miércoles a la medianoche.
La decisión fue tomada en un encuentro que mantuvieron los dirigentes Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, de las CGT oponentes, en conjunto con la 'Confederación Argentina de Transporte' (Catt) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), a cargo de Pablo Micheli. La disposición cuenta con el aval de la 'Unión Tranviarios Automotor' (UTA), con lo cual impacta de forma directa en los usuarios del transporte urbano.
En este sentido, Hugo Moyano explicó en conversación con diversos medios de comunicación que el Paro nacional se debe a que sus reclamos no son escuchados por el Gobierno y, tras la reunión con las principales autoridades del Transporte, advirtió que la huelga podría profundizarse en los días consecutivos al 9 de junio si no hay una respuesta por parte de la Presidencia de la Nación.
En tanto, la opinión del Gobierno es que la premisa sobre la que se fundamenta el reclamo carece de sentido, ya que no van a llegar a ningún puerto. Así lo indicó Aníbal Fernandez, desde la jefatura de Gabinete Nacional, quien además sugirió que la solución para lograr un acuerdo convincente es debatir 'hasta que las velas no ardan'.
Asimismo, Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte, calificó la demanda como un desatino.
Cabe destacar que la huelga sindical es la segunda en el transcurso de este año y no hay intención por parte de los gremios de retroceder en la decisión. En efecto, Moyano señaló que el Poder Ejecutivo Nacional no podrá convencerlos de neutralizar la acción.
Lo cierto es que el día martes quienes sufrirán las mayores consecuencias del paro serán los usuarios de medios de transporte públicos, en especial aquellos pasajeros de colectivos urbanos que se verán nuevamente obligados a buscar soluciones alternativas para trasladarse durante toda la jornada.