Durante el pasado Jueves se realizó una jornada sobre Cambio Climático organizada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde se presentó la problemática y junto a ello, diferentes personalidades internacionales expusieron informes sobre cómo se puede comenzar a mitigar la emergencia.
Lo cierto es que Argentina ha sido desde sus comienzos económicos, un país netamente agro ganadero, reconocido alguna vez como "El granero del mundo", pero desde hace ya una década el sector agro se ha visto golpeado por diferentes políticas económicas que han hecho tambalear a miles de productores llegando al punto de desmantelar algunas economías regionales.
En los últimos meses, productores de diversos puntos del territorio han hecho notar la problemática con protestas al costado de las rutas, frutas que se dejan en los árboles, leche que se regala y granos que no se venden, todo en una suerte de combo que el gobierno argentino parece no poder ver ni escuchar.
Para el próximo 7 de julio se esperan nuevas asambleas originadas por productores de provincia de Buenos Aires, mientras que en provincias como Entre Ríos ya se presentó formalmente la emergencia.
Sin dudas la principal economía del país se encuentra en un embudo del cual no parece fácil salir, mientras tanto, el gobierno sigue mostrándose "interesado" en temas como el cambio climático frente a la comunidad internacional, pero la pregunta es ¿Cómo vamos a pensar en mitigar el cambio climático, si aun no hemos podido generar acciones económicas concretas para fortalecer las economías productivas?, será que ¿sobre toda la problemática que enfrenta el, alguna vez, fuerte sector agropecuario, ahora le van a hablar de sustentabilidad y de minimizar impactos dentro de los procesos de producción?
El tema es tema, por el simple hecho de presentar la importancia que tiene el agro en la economía argentina, y que aparentemente el Ministerio encargado de gestionar el sector a nivel gubernamental y de ofrecer las herramientas para la sustentabilidad de los recursos argentinos involucrados en la producción agropecuaria, ha decidido en pleno estado de emergencia invertir en un evento sobre cambio climático.
Parece, simplemente, una broma irónica de los funcionarios públicos. Mientras cientos de comunidades argentinas (conformadas por familias) sufren el duro momento económico por el que se atraviesa debido a las políticas de retenciones y falta de gestión, así como se ha ido perdiendo la calidad nutricional de los granos par poder llegar a equiparar la renta para la continuidad de las cosechas, o como también se han quebrado las economías centrales de muchas localidades del interior, afectando así también a otros aspectos como la educación, infraestructura, etc...
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nación priorizó el discurso de la sustentabilidad ambiental relacionada al cambio climático, pero aun no mantuvo ningún diálogo con los miles de productores agropecuarios argentinos.
Dicho de una manera más clara: Les interesa el cambio climático, pero no les importa la sustentabilidad económica, social, cultural y ambiental interna del país.
Y como si eso fuera poco, las instituciones del estado que llevan adelante el estandarte de Responsabilidad Social Empresaria (dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación) parece que están enfocados únicamente a las empresas del estado, pero la interacción de los tres sectores económicos, el diálogo, y la prioridad de sustentabilidad de los tres campos de acción de los argentinos (ambiental, económico y social) no ha llegado aun a esas oficinas.