Ni el café en todas sus variedades de espresso, americano, macchiato, expresso panna, doble, cortado, café con leche, lágrima, cappuccino, café latte, breve, mocca, irlandés, caramel macchiato, hawaiano, entre muchos otros; el té y los contradictorios energizantes que contemplamos infinitas veces en las heladeras de los minisuper, kioscos o cafeterías pueden contra el cansancio extremo. Nos mantienen despiertos, pero el sueño siempre termina por vencernos. ¿A quién no le ha pasado cabecear y darse contra el teclado, mesa, silla, piso, al no lograr conciliar el sueño por no lograr terminar los trabajos dados en el laburo, o porque justo faltó personal y el único predispuesto o condenado a hacerlo es uno?
Actualmente muchos países del mundo están pasando por una crisis económica que se va generalizando cada vez más y esto provoca que el capitalismo tome medidas extremas. Allí es cuando aparece la competencia al haber menos empleo como en el caso de España, de donde muchos españoles tuvieron que trasladarse hacia países vecinos o por ejemplo a la Argentina, para evitar pasarla verdaderamente mal en su país. Esto no quiere decir que sus vecinos o donde hayan decidido migrar estén ofreciendo mucho empleo, Italia también se encuentra en una situación similar, y por testimonios de españoles que se mudaron al país, aclaran que llegaron contratados por multinacionales o ya con un empleo establecido.
Todo esto, origina estrés.
Según Estudios realizados en el Hospital Alemán en Argentina, los cuales fueron de gran excelencia y premiados por esto, llegaron a concluir que los estresores más importantes se relacionaban con la sobrecarga de Trabajo, la excesiva responsabilidad y fundamentalmente la sobrevaloración de las nociones de éxito o fracaso.
Al ser elementos que traen mucha preocupación, se los denomina estresores directos.
También se comunicó que la población más propensa a sufrir este tipo de sobrecarga oscila entre los 35 a 45 años de edad, pero esto no quita que la población joven también sufra mucho esto. En las instituciones educativas como las universidades o los colegios secundarios se presenta muy seguido.
En los países asiáticos como en Japón y en Corea del Sur, la presión impuesta por los padres, ya por ser una costumbre que forma parte de su cultura, los adolescentes y jóvenes concilian muy pocas horas de sueño. Las ventajas de estos países son que tienen unos de los mejores sistemas educativos del mundo, pero a su vez, y más que nada en Corea, poseen las tasas más altas de suicidios por esto mismo. Los jóvenes al no llegar a cumplir con sus propósitos de éxito profesional, desilusión, o por una cuestión de honor, toman decisiones extremas.