Scarlett Johanson y Romanin Dauriac se han casado en "secreto total", tan es así que sólo han asistido los muy allegados de la pareja y no se confirman detalles de la boda.
La pareja que llevan una relación de dos años, ha sellado su amor en el mes de octubre. La actriz tuvo a su primera hija, con el periodista francés en el mes de agosto, a la cual llamaron Rose Dorothy. Después del nacimiento de la misma han celebrado la boda.
La pareja comenzó su relación a finales del 2012, pocos meses después de que la actriz se separará, en ese entonces de su marido, Ryan Reynolds, con el cual estaba casada desde el 2008.
En el 2013 se comprometieron y a principios del 2014 ya se anunciaba el embarazo de Scarlett.
A pesar de que la actriz había declarado más de una vez que no se volvería a casar. Los rumores de boda ya circulaban antes del nacimiento de la niña. Pero según una fuente allegada a la pareja esperarían a que naciera para dar el "sí quiero".
Los recién casados ya llevan varias semanas luciendo sus alianzas de oro, pero ni ellos ni el manager de Scarlett han confirmado el ya evidente evento. La noticia la ha publicado el "New York Post". La cual no ha dado detalles específicos de la misma, pero sí ha confirmado lo que no ha pasado. No se han casado en la ciudad natal de ninguno de los dos.
Scarlett nació en Nueva York, y el periodista en la capital francesa, en París. Tampoco ha sido Hollywood la afortunada de contar con esta ceremonia. Todo apunta a que ha sido una localidad muy pequeña en Estados Unidos. Lo que está claro es que la privacidad si la han logrado mantener. Según las últimas informaciones de la revista People.
Un empleado del municipio de Philipsburg, ha reconocido que la boda se celebró allí el 1 de octubre. Philipsburg, es una localidad ubicada al oeste de Estados Unidos, en Montana. Otro detalle que comentó el "empleado", es que Scarlett lucía un vestido azul para el enlace.
Felizmente se los pudo ver este pasado fin de semana en la Alfombra roja de los César 2014, luciendo sus respectivas alianzas de oro, y más enamorados que nunca.