Tener que decirle a un hombre cómo debería comportarse opararse dentro de un transporte público para no incomodar a otras personasparece innecesario. Pero no lo es. Quedarse callado frente a alguna situaciónque no es de tu agrado, es habitual. Pero no debería serlo.

Claro que lo ideal sería no tener que hacer una diferenciade género entre hombres y mujeres porque, probablemente, todos hemos sidovíctimas de situaciones abusivas. Pero, por lo general, son las mujeres las queresultan más afectadas por los abusos callejeros.

“Nadie tiene por quédecirte algo si vos no lo querés escuchar”.

Tan simple como eso.

“Nadie puede ponerteuna mano encima si vos no estás de acuerdo”. Parece muy básico y primario,pero es necesario decirlo en voz alta y repetirlo tantas veces como seanecesario.

Lo cierto es que esto no debería ser así y la asociación Acción Respeto lucha por hacer visible el problema del acoso callejero yllevar adelante un cambio sociocultural.

“El objetivo es desnaturalizar un comportamiento. La “tradición del piropo” es larga por esoes muy difícil cambiarla y, a la par de eso, se educó a la mujer a bajar lacabeza, a no hacer nada, a hacer de cuenta que no lo escucha y todo eso formaparte de la cultura machista”, explicó Paula Cazón, coordinadora de Acción Respeto en Capital Federal.

Acción Respeto sededica a realizar intervenciones en la vía pública para concientizar sobre elacoso callejero que sufren las mujeres diariamente. Pero ahora, van por más. “Buscamos que el Estado reconozca al acoso callejero como unaforma de violencia. Por eso, estamos trabajando en un proyecto de ley que nos brindeun respaldo legal”, manifestó Cazón.

Asimismo, Paula se refirió a la importancia de tratar estetema en la escuela y desde una edadtemprana:

“Uno de los pilares del proyecto se centra en la Educación. Creemosque es importante hablarle a los más chicos sobre esta problemática y, de esamanera, terminar con algunos preconceptos instalados desde hace tantos años”.

Vale destacar, y por qué no brindar, que en estos últimosaños la condición de “mujer sumisa” está empezando a cambiar y cada vez son máslas que se animan y alzan su voz respondiendo ante improperios callejeros.

No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer y Acción Respeto refugia a las personas que pasaron por momentosdesagradables y necesitan compartir sus experiencias. Pero claro que después de tantos años de lucha y esfuerzo llególa recompensa.

Hace algunas semanas, Acción Respeto logró que el gobierno de laprovincia de Tucumán permitiera la colocación de afiches que denuncian el “bueny mal comportamiento” en los transportes públicos. De esta manera, y condibujos explícitos, los pasajeros podrán ver cómo deben “ubicarse” sin molestaral prójimo.

Este habrá sido un pequeño logro a nivel nacional, pero esun enorme triunfo para aquellas personas que en algún momento de su vida sesintieron mal, incómodas o asustadas.