El sur argentino es año tras año visitado tanto por turistas como por habitantes de las distintas provincias del país, siendo sus atractivos principales los paisajes, el patrimonio histórico y cultural, y por supuesto, la gastronomía.
Dentro de lo estrictamente gastronómico, las carnes y los dulces envasados se destacan por su gran oferta y calidad. El arte culinario es un aspecto que ha crecido exponencialmente dentro del ámbito del Turismo regional sureño, tendencia que se verifica en la importante agenda de eventos referentes a la alimentación y a la participación de chefs del sur argentino en ferias de nivel nacional.
Algunos sabores para disfrutar: postres y dulces
La región austral Argentina incluye a las provincias de Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Esta zona ha tenido una fuerte inmigración de la Europa noratlántica y de la Europa Central. Por esta razón, desde fines del siglo XIX los argentinos descendientes de esos primeros colonos se dedicaron al cultivo artesanal de manzanas y peras, frutas que fueron y son ingredientes fundamentales de las tortas y postres que ofrecen.
En tanto, la inmigración galesa de los 60´ en Chubut, introdujo dos importantes aportes: la torta negra y la torta galesa. Por su parte, los centroeuropeos difundieron la preparación de dulces basados en frutos rojos y agrios, así como las denominadas "frutas finas" (de cereza, arándano, rosa mosqueta, cassís o grosella).
En la actualidad, estos postres y dulces son elaborados en localidades como Trevelin o Colonia Suiza, en la provincia de Chubut.
Un secreto del bosque: hongos y setas
En bosques umbríos es habitual el consumo de setas, como el hongo de ñire o de pehuén. En tanto, en los bosques australes de la isla Grande de Tierra del Fuego, podemos encontrar uno comestible llamado 'pan de indio', por su textura y aspecto.
Otro plato típico elaborado con hongos de pino y chorizos es preparado en la Patagonia Andina; el guiso montañés.
Los hongos poseen un alto valor nutricional y aportan proteínas y vitaminas del grupo B. Además, contienen carbohidratos, sales minerales y agua, por lo cual se convierten en un alimento sumamente importante para incluir en la dieta familiar.
Peces y mariscos: un regalo de un océano cristalino
Los lagos y costas oceánicas nos ofrecen mariscos y crustáceos, así como pescados que son utilizados para hacer patés, cazuelas, asados y guisos. Centolla, calamar, salmones, truchas, berberechos y langostinos son sólo algunos de los sabores elegidos al llegar al sur argentino.
Cervezas artesanales
En el área andino-patagónica, son producidas cervezas artesanales, tanto de tipo irlandés como centroeuropeo. Asimismo, en los valles de Neuquén, Río Negro y Chubut, son elaborados vinos blancos finos, siendo los del tipo Riesling, los viñedos más australes del mundo. También en esta región podemos encontrar excelentes whiskys sólo de malta, también conocidos como single malt.
Sólo por mencionar un caso, "Cerveza La Cruz", producida en la ciudad de Bariloche, es una de las cervecerías artesanales y centros turísticos más visitados durante todo el año.
El plato fuerte: las carnes
A la carne vacuna se le suman los caprinos, porcinos y fundamentalmente, el cordero patagónico. Otro de los sabores típicos son los chiporros y la carne de guanaco y choique (el ñandú petiso patagónico).
Carnes muy sabrosas y poco consumidas por el turismo son las de ciervo y jabalí, las cuales son frecuentemente asadas en chulengos (parrillas hechas con un barril de 200 litros). Como platos refinados son consumidos salmónidos, por ejemplo, salmones y truchas ahumadas, que llegan a las bocas de sus comensales en forma de fiambre o paté.