Tras la emisión de títulos por 16,500 millones de dólares, destinados al pago a los holdouts, los bonos argentinos continúan con su tendencia al alza, promediando los tres dólares por cada lámina de cien nominales, traduciéndose en ganancias superiores a los 497 millones de dólares, para quienes lograron adjudicarse estos bonos durante la subasta.

Según algunos analistas en materia económica, de mantenerse este comportamiento las tasas de los bonos que actualmente rondan el siete por ciento, podrían disminuir al seis por ciento en un par de meses, esto debido a que la nación se ha convertido en un mercado alternativo de inversión, debido a las modificaciones de las políticas gubernamentales, que habrían atraído más proyectos financieros, desde la promoción de la competencia y la apertura a los mercados internacionales.

Además, otra de las razones que ha atraído a los fondos internacionales es el incierto panorama político y económico que atraviesa el vecino, Brasil, dejando a Argentina con mejores oportunidades para el ingreso de capital.