Poco conocido por Joaquín Lavado, más conocido como Quino y archiconocido por Mafalda, recibirá en Oviedo, de manos del Rey Felipe VI, el Premio príncipe de Asturias a la Comunicación y Humanidades por su labor de reflexión sobre la condición humana a través del mundo de la historieta. Quino, nacido en Mendoza en el año 1932, se encuentra en la ciudad de Oviedo donde compartirá el escenario para recibir su merecido galardón con otras personalidades del mundo de las artes y las ciencias como el arquitecto Frank O. Gehry, el escritor irlandés John Banville y la periodista congoleña Caddy Adzuba por su destacada labor a favor de los derechos humanos y muy especialmente de las mujeres maltratadas.

No podría hablarse del mundo de la historieta y de los cómics hispanos sin mencionar la importancia y trascendencia de la obra del dibujante argentino. Tampoco se trata de elogiar sus libros simplemente como tiras "cómicas" que hacen reír, o juzgar a quino por el mayor o menor éxito de sus personajes, donde está claro que Mafalda destaca entre los demás, sino más bien de rescatar el ingenio de este singular artista para comunicar, transmitir y reflexionar sobre el mundo en que vivimos y también sobre el poder, manifestando sobre este una crítica y un cuestionamiento que siempre fue muy oportuno y atinado.

En esta presente edición de los ya tradicionales premios hay algunas novedades que merece la pena destacar.

En principio, la abdicación del Rey de España, Juan Carlos I, hace que su heredero "cese" el título honorifico de Príncipe de Asturias y adopte el de Rey Felipe VI. Este cambio histórico en la corona española ha obligado a modificar el nombre de la fundación que llevaba su nombre y entregaba los premios por el de "Fundación Princesa de Asturias", referido a la primogénita de los monarcas Felipe VI y Leticia Ortiz, delegando en Leticia Ortiz una buena parte de la responsabilidad en esta importante empresa.

La Fundación Príncipe de Asturias ha sido creada hace más de treinta años y su labor no es solamente la de conceder estos importantes galardones, sino también la de obrar de mediadores entre el estado y la sociedad, con el apoyo de la corona, para fomentar, colaborar y destacar con todas las actividades que signifiquen un progreso en beneficio de la humanidad toda. Es por esto que año tras año desfilan por el Palacio del teatro Campomar de Oviedo, en Asturias, científicos, artistas, deportistas, escritores y poetas de todo el mundo.