Últimamente los aficionados a los Cleveland Cavaliers empezaban a dudar sobre las posibilidades de la franquicia de Ohio para llegar a ser una autentica aspirante al anillo. Los partidos se contaban por derrotas y no parecía que fuera a haber una gran mejora, pues el problema parecía estar en el propio equipo. Sin embargo, las últimas victorias han servido de bálsamo curativo y en dos partidos todo ha cambiado a mejor. El equipo ha logrado devolver a los aficionados la esperanza de que el próximo año puedan ver como la primavera les trae unos playoffs en lo que el equipo llegue a obtener el ansiado anillo que su rey les prometió el mismo día en que volvió a casa para demostrar que también en Ohio se sabe jugar al baloncesto.
El último partido contra los New Orleans Pelicans ha logrado que el balance de victorias del equipo afincado en Ohio sea, al menos, neutro. Esto puede parecer poco, pero en un equipo con los problemas que hace bien poco tenía esta franquicia se puede considerar un logro muy importante.
Ahora el equipo parece equilibrado y se puede empezar a creer que tal vez, y solo tal vez, se pueda llegar a alcanzar un equilibrio en el equipo a tiempo para alcanzar los playoffs. Por ahora las derrotas no son importantes, es mejor que el equipo sufra estos problemas ahora que al final de la temporada, cuando cada partido es una pequeña final y las derrotas pueden costar una temporada entera y no solo unas estadísticas que se borran si se obtiene el anillo.
En estos momentos el problema no estaban siendo las estadísticas, sino las impresiones que los jugadores dejaban sobre la cancha. No solo se trataba de partidos perdidos, sino de partidos en los que los jugadores no habían demostrado la calidad que se les supone y por la que se les contrató. Además estaban jugando de manera individual y no como un equipo, lo que lastraba aún más a un equipo que estaba pagando la falta de sinergias. Ahora el equipo juega de otra manera. Han pasado de seis a veintisiete asistencias en un partido, lo cual es una estadística muy reveladora.