Los Toronto Raptors son claramente el mejor equipo de la Conferencia Este. Llevan más victorias y menos derrotas que cualquier otro equipo de su lado de la tabla y a estas alturas están ya muy cerca de asegurarse un puesto en los playoffs de la liga. Han logrado esto gracias a un estilo de juego en el que se usa de manera intensiva a todos los jugadores de la plantilla y donde los cambios son constantes para mantener a la mayor parte de sus jugadores frescos, quedándose en la cancha más tiempo solo aquellos que están enchufados. Por el contrario, los Brooklyn Nets son ahora mismo uno de los peores equipos del campeonato en la Conferencia Este y apenas si están aguantando el puesto número ocho, el último que da derecho a acudir a las eliminatorias al final de la temporada regular.
En principio el partido estaba relativamente fácil para los canadienses.
Los Brooklyn Nets empezaron el partido tratando de obligar a los Toronto Raptors a jugar de manera más aislada de lo normal en este equipo presionando la salida de balón y adelantando la linea de jugadores exteriores para hacer más pequeño el campo de juego del que disfrutaban los canadienses. Sin embargo, aunque sacaron un rédito de este planteamiento acabaron por pagarlo con un exceso de desgaste de determinados jugadores y obteniendo por todo premio un 30 a 22 que, aunque era una victoria parcial, no era suficiente para asegurarse una buena posición en el resto de cuartos.
A la salida del segundo cuarto, los Toronto Raptors empezaron a hacer girar el banquillo todo lo que pudieron y ejercieron una enorme presión sobre el juego de sus rivales, que empezaron a tener que echarse hacia atrás al no poder sostener por más tiempo una defensa tan adelantada.
A partir de ese punto, los canadienses fueron castigando los fallos de sus rivales con canastas fáciles que acabaron pasando factura y llevando el marcador a un 105 a 89 que deja muy a las claras qué equipo rentabilizó mejor su estilo de juego para llegar a obtener una victoria de un partido que se planteó entre conjuntos y no entre estrellas.