De todos los superclásicos argentinos, el más esperado, el más batallado e incluso el más visto es el que protagonizan Boca Juniors y River Plate. Por eso, en mayo se podrán extasiar los hinchas de ambos equipos y aquellos simpatizantes que quieran ver la belleza del Superclásico mismo, pero multiplicado por tres.
Es que con la última victoria de Boca en la Copa Libertadores, que lo posicionó como el mejor primero, y el agónico pase a octavos que obtuvo River como peor segundo, se han asegurado un cruce en octavos de final, con partidos de ida y vuelta.
Los mismos se realizarán, el 6 de mayo en el Monumental por el partido de ida, y la vuelta será el 13 del mismo mes en la Bombonera.
Si a esto le sumamos el encuentro que disputarán el próximo 3 de mayo por el campeonato local, nos quedan tres partidos en diez días.
Será la segunda vez que se produzca una situación de estas características; la anterior había ocurrido en el año 2000. Pero será la tercera vez que se eliminen por Copa Libertadores (2000 y 2004); en ambas ocasiones el ganador fue Boca Juniors.
Aunque, si bien por Copa Libertadores Boca eliminó a River en dos oportunidades, el último enfrentamiento internacional que disputaron fue por Copa Sudamericana, en donde fue River el que se llevó el primer puesto.
De los restantes equipos argentinos que juegan la fase de grupos de este torneo, sólo Racing Club de Avellaneda logró la clasificación como primero en su grupo. Los otros tres dependen de los resultados para pasar. En el caso de Huracán, la victoria le asegura un puesto en octavos, pero si empata deberá esperar el resultado del otro partido para saber su situación.
Estudiantes se halla en la misma circunstancia; un triunfo lo clasifica, con un empate queda a merced del resultado del otro partido y una derrota lo elimina. Por su parte, San Lorenzo se encuentra un poco más complicado; está obligado a ganar pero aparte Sao Pablo debe perder para que pase a octavos; un empate o una derrota lo dejan fuera de la competencia.
Con estos números, es posible que tres cuartos de los equipos que disputen octavos de final sean argentinos, aunque algunos se pueden eliminar, como es el caso Boca y River.