La Unión Europea de Fútbol (UEFA) abrió un expediente disciplinario contra Pep Guardiola, entrenador del Bayern Munich, luego de clasificarse a las semifinales de la Champions League tras vencer 6-1 al Porto en el partido de vuelta.

Y no fue justamente por un acto violento, un exceso verbal o alguna actitud que mostrase un mal ejemplo hacia los millones de espectadores que observaron ese encuentro sino todo lo contrario.

Según UEFA, es por "un incidente de naturaleza no deportiva" que afecta al artículo 11 del reglamento disciplinario del organismo, referido a "utilizar un evento deportivo para una manifestación ajena al deporte".

Lo que ocurrió fue que, en la conferencia de prensa previa al partido, Guardiola asistió con una remera de color negro que tenía una inscripción en el pecho de color blanco con la frase #JusticiaParaTopo.

Jorge "Topo" López es un periodista argentino que murió mientras cubría el Mundial de Brasil.

El periodista de 'Radio La Red' y el diario 'Olé' se trasladaba en taxi por la ciudad de San Pablo, cuando fue embestido por unos ladrones que huían de la policía.

López era uno de los cronistas más cercanos a Lionel Messi. Cuando uno de los mejores futbolistas del mundo comenzó a descollar decidió instalarse en Barcelona para seguir de cerca su carrera. El vínculo era tan cercano con La Pulga que hasta tenía acceso a su casa en las afueras de la ciudad catalana.

Con su actividad diaria en el club catalán, López logró entablar relaciones afectuosas con gran parte del plantel, incluido el entrenador de aquel momento, que era Guardiola.

A más de nueve meses de su desaparición, su mujer (también periodista), Verónica Brunatti, comenzó una campaña junto a grandes referentes del fútbol para que colaboren con su pedido de justicia.

El plantel completo de Barcelona ha salido a la cancha pidiendo justicia. Messi se ha mostrado con remeras y carteles y hasta el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, pidió justicia en la previa de un partido de la Liga española.

Guardiola se sumó y lo hizo nada menos que en la conferencia de prensa previa a un partido que iba a ser visto por millones de personas de todo el mundo. Pero la UEFA le abrió un expediente disciplinario.