El Fútbol argentino resultó ser, probablemente, el más dañado a nivel mundial luego de reiterados hechos que en el mes de mayo fueron suscitándose de manera trágica y vergonzosa.

Continuándose con los hechos aberrantes a los que la afición Argentina ya se mal acostumbró a ver, se produjeron durante el mes corriente sucesos por los que el pueblo futbolero tendrá grabado en sus retinas imágenes muy dolorosas que lastiman a este deporte, pero más a aquellos que lo aman.

El 14 de mayo falleció Emanuel Ortega, jugador de San Martín de Burzaco, a causa de una jugada tirana por en la que el futbolísta, en una disputa por el balón, terminó severamente golpeado en su cabeza por un choque frente al hormigón de cemento de la tribuna de la parcialidad local.

Su diagnóstico fue fractura de cráneo y tras largos días de agonía, el juvenil de 21 años perdió la vida.

Ese mismo 14, pero por la noche, se revivió el "Superclásico" más importante del mundo en la edición de Octavos de Final por Copa Libertadores, la más anhelada del continente. Boca Jrs. y River Plate se enfrentaron una vez más, disputándose el avance en una competencia internacional.

Sin embargo, pareció no bastarle el día de luto futbolístico por el deceso de Ortega a los inadaptados de siempre que, en complot con un sistema contaminado de corrupción hace años, protagonizaron un escándalo mundial por la agresión a la integridad física de los jugadores del Millonario con gas pimienta.

Como si nada hubiera dolido e importado, este último fin de semana se produjo una serie de hechos bochornosos en el partido de Primera División que disputaron Godoy Cruz de Mendoza y Belgrano de Córdoba, en el que asistieron hinchas visitantes (cuando está prohibido). En este encuentro hubo represión policial mendocina hacia los jugadores visitantes y otra vez con gas pimienta.

La victoria del Tomba (1-0) se empañó, una vez más, por la barbarie.   

Tampoco bastó esto para que el fútbol argentino sintiera otro simbronazo por un nuevo fallecimiento de otro jugador del ascenso. Cristian Gómez, jugador de Atlético de Paraná, sufrió una descompensación en un partido disputado en la provincia de Corrientes, y más tarde se dio a conocer que el jugador murió de un ataque cardiorespiratorio en su traslado al hospital de la ciudad.

Para terminar, como si todo esto fuese poco, en un partido conmemorativo de Fútbol Senior por los cumpleaños de dos reconocidas instituciones como lo son Platense y River Plate. El 25 de mayo, el día de la patria, irrumpieron barras bravas del equipo de Saavedra en el campo de juego para robarles toda la indumentaria posible a los jugadores quienes deberían haber sido los protagonistas.

La conciencia no parece ser una premisa del fútbol argentino, pero sí la corrupción, las ineptas administraciones y dirigencias; la inseguridad y el salvajismo con el que vive la sociedad en torno a este deporte. Esto termina siendo el principal contaminante de esta disciplina, la cual parece que culminará en una enfermedad terminal.