El primero de los tres superclásicos más importantes del fútbol en Argentina tendrá lugar el próximo fin de semana, con expectativas elevadas no sólo en el país sino en el resto del continente. Tal es así que se esperan contingentes de turistas que llegarán a suelo argentino exclusivamente para presenciar el partido que causa furor tanto en los fanáticos del país como del resto de Latinoamérica y Europa.
El primer encuentro entre los dos equipos más convocantes del fútbol argentino se llevará a cabo en el Estadio Alberto J. Armando, más conocido como la Bombonera, el domingo 3 a partir de las 18:15 (hora de Argentina), y estarán en juego no sólo los tres puntos por el torneo local: también servirá de parámetro para los siguientes partidos que ambos rivales históricos volverán a disputar por los octavos de final en la Copa Libertadores los días jueves 7 y 14.
Previo al primer choque, el pasado martes 28 de abril la Fundación S.O.S. Infantil organizó una charla en la que estuvieron presentes dos referentes de ambos equipos: Daniel Osvaldo (Boca Juniors) y Leonardo Ponzio (River Plate), junto a los presidentes de los dos conjuntos. Esta constituyó la quinta edición del evento, titulado "Mano a Mano por los chicos", en el que figuras de cada uno de los equipos se presta a una conversación distendida y en la que no sólo hablan de sus experiencias deportivas sino también personales. El periodista Germán Paoloski ofició de moderador del encuentro.
En esta ocasión, Osvaldo y Ponzio dialogaron frente a una platea repleta de niños, y se enfocaron en transmitir un mensaje de paz y tranquilidad en los días anteriores al partido que, debido a la extensa y fuerte rivalidad entre ambos equipos, es considerado de alta peligrosidad.
Esto a pesar de que en Argentina, desde hace unos años no se permite la presencia de las hinchadas visitantes en los partidos de los torneos locales.
Mientras genera pasión de multitudes y ansiedades en millones de hinchas, el cuerpo técnico y los jugadores de Boca Juniors y de River Plate se ponen en forma. Así se preparan para llegar de manera óptima a uno de los eventos futbolísticos más importantes del año, y que enciende no sólo los corazones de los fanáticos sino también los ratings de la pantalla chica.
El momento de la verdad llegará el domingo, cuando el árbitro Patricio Lousteau, quien vuelve a dirigir un Superclásico tras una polémica actuación años atrás en la que River resultó perjudicado, haga sonar el silbato y comience a rodar la pelota.