Y se fue el primero de los tres súper-clásicos que mantienen en vilo a todo un país, continente y hasta diría al mundo entero. En cancha de Boca ayer se dio lo que para muchos era previsible, el equipo del Vasco atacando desde el inicio con un poco más de claridad que los dirigidos por Gallardo, y mostrando cierta superioridad ante un rival que lo espero para salir de contra. Los palos por ambos lados ahogaron el grito de gol primero de Osvaldo y posteriormente de Sanchez para los de ''la banda''.
Ahondar en análisis sería un poco más de lo que venimos escuchando desde anoche tras el pitazo final del árbitro.
Ahora la pregunta sería por qué "Revolución de Mayo", quizás para quienes no son amantes de este deporte sería hasta cómico llamarlo de esta manera. Pero para aquellos que lo consideramos el deporte más lindo del universo, sabemos que estas dos semanas serán cruciales para determinar el éxito o el fracaso de seis meses de trabajo.
El primero partido de ésta llave de Copa será en el estadio ''Monumental'' y la vuelta en la "Bombonera". Ambos técnicos saben que estos duelos serán claves para aspirar a lograr la tan ansiada Liberadores, e irán con lo mejor que cuentan en cada equipo.
Porque para los hinchas de River eliminar a su eterno rival de la Copa tendría un gusto especial, y podría mermar un poco el mote de gallinas que se acrecienta cuando no se logran objetivos deportivos a nivel internacional.
Y por el lado de los primos, sería extender la paternidad conseguida a lo largo de muchos años, además de su gran mística copera. Son 14 días, 180 minutos de puro Fútbol. El cielo para unos y el infierno para otros. La gloria o el fracaso. El país se paralizará como cada vez que sucede un acontecimiento deportivo de ésta índole.
Ésta no será como aquella revolución de Mayo que llevaron a cabo nuestros patriotas, pero les aseguro que será un momento que quedará en la memoria de todos, como el mejor sueño o la peor pesadilla.
Que deparará el destino en esta ocasión, se repetirá la victoria como en la última Copa Sudamericana de River sobre Boca, u ocurrirá lo mismo que aquella noche allá por el 2004 cuando se silenció el Monumental.
Empezó la cuenta regresiva... ¡y que viva le revolución!