Belgrano de Córdoba sigue a la espera de nuevos refuerzos y tras la confirmación de la llegada del delantero Luciano Vecchio, el "pirata" fue a buscar a Luis "la pulguita" Rodriguez, delantero de Atlético de Tucumán.
Luego de idas y vueltas, finalmente, Rodriguez decidió seguir ligado al club tucumano y con ello descartar la oferta del club cordobés que hace mas de un año anda tras su contratación.
Ante esto, la directiva celeste "averiguó" este lunes, condiciones por el experimentado delantero de River Plate, Fernando Cavenaghi, de 31 años de edad que hoy por hoy no tiene asegurado un lugar dentro de la plantilla de Marcelo Gallardo.
Las posibles partidas de Teofilo Gutierrez y Rodrigo Mora del equipo de la banda, podrían abrirle un lugar al "cavegol" quien hoy esta por detrás de Giovani Simeone en la consideración del técnico millonario.
En búsqueda de regularidad, el delantero de O´Brien, en la provincia de Buenos Aires, podría asomar como un buen refuerzo para la delantera de Belgrano que ha convertido 19 goles en los 15 partidos que se llevan disputados en el campeonato.
Si bien parece temprano como para algún anuncio, el simpatizante "pirata" ya se ilusiona con una delantera conformada por Zelarayan, Obolo y Cavenaghi. En un mercado de pases bastante quieto y que parece tener solo a la llegada de Carlos Tevez a Boca como gran incorporación, el mercado cordobés quiere dar la nota y traer a un delantero de dilatada trayectoria.
El "cavegol" buscará, este semestre, volver al nivel que se le vio en su debut en River y que luego lo llevara a vestir camisetas como la del Villarreal de España, Pachuca de Mexico, Spartak de Moscu e Inter de Porto Alegre, entre otras y Belgrano parece abrirle una puerta para lograrlo aunque aun sea temprano para decirlo.
Sin embargo, el equipo que conduce Ricardo Zielinski, hace tiempo esta a la búsqueda de un delantero que supla los goles de Cesar "el picante" Pereyra quien hoy esta en Sporting Cristal de Perú y quien mejor que un delantero consagrado como Fernando Cavenaghi para lograrlo aunque hace un tiempo que no tiene la continuidad que el hubiese deseado.