El torneo continental que comenzó el 11 de junio en Chile hizo que el Fútbol de Primera División tenga un descanso. Sin embargo, las diferentes categorías de ascenso siguen en competencia semana a semana. Los torneos están a mitad de camino y hay pelea en cada una de las divisionales.
La segunda división del fútbol de nuestro país tiene un solo líder y es Santamarina de Tandil, una de las revelaciones de este torneo que tuvo a Los Andes como protagonista durante las primeras fechas. Sin embargo, el equipo de Lomas de Zamora no pudo sostener los resultados y por eso hoy se encuentra varios escalones abajo.
Patronato de Paraná cayó en su casa y esa es la única razón para que esté, por ahora, a sólo tres unidades de los tandilenses. Tan parejo es el torneo que hasta los goleadores están empatados. Tanto Fernando Zampedri como Fernando Telechea gritaron 14 veces en 20 partidos. Lo curioso es que el primero de ellos es jugador de Juventud Unida de Gualeguaychú, equipo que marcha en el octavo puesto y que supo ganarle a Patronato para dejar que Santamarina se haga dueño de la punta.
Como ocurre cada año, en la Primera B Metropolitana están los equipos más tradicionales del ascenso. Atlanta, Platense, Morón o Almagro son algunos de los más históricos que además supieron jugar en Primera División.
Pero el protagonista absoluto es Defensores de Belgrano. El equipo que dirige "Fito" Della Picca ya sacó más de diez puntos de ventaja sobre los perseguidores y todo indica que va derecho al ascenso.
La Primera C no tiene un sólo nombre. El certamen es tan atrapante que todas las semanas cambia de líder. Entre Argentino de Quilmes, Talleres de Remedios de Escalada y Dock Sud se reparten lo más alto de la tabla para pelear por el ascenso.
Cuando se piensa en la cuarta categoría del fútbol argentino, sin dudas, se cree que los partidos deben ser aburridos, sin goles y sin lujos. Sin embargo, estos equipos se encargan semana tras semana de mostrar buen juego y hacer que la pelota disfrute cerca del césped el mayor tiempo posible.
En la categoría más chica, esa que a veces parece tan lejana, las cosas no son distintas.
Liniers, El Porvenir y Atlas pelean en lo más alto. De todos modos, desde atrás hay varios que llegan sumando y no quieren perder la ilusión de este tren. Lo más particular de la Primera D es que es la única categoría amateur de las afiliadas directamente a la Asociación del Fútbol Argentino. Por esta razón, la mayoría de los futbolistas suelen tener otro trabajo. El contraste es claro: mientras en las grandes ligas los protagonistas tienen el lujo de diseñar un par de botines para cada partido, en la Primera D cada jugador debe esforzarse para tener el suyo. El sacrificio es grande, pero el placer y la felicidad de salir a la cancha cada fin de semana es mucho mayor.
Todavía falta mucho. Noviembre parece muy lejano. Pero si en junio los torneos están tan peleados y atrapantes podemos ilusionarnos en esperar grandes definiciones dentro de cinco meses.