Históricamente el Fútbol se consideró un patrimonio masculino, está sexuado, pintado de género y es donde muchos hombres constituyen su subjetividad: "Algunos varones sufren que no les guste jugar este deporte, ¿cómo se los mira?", analizó Mónica Santino, pionera en dirigir y jugar fútbol en Argentina. Sin embargo, la presencia de las mujeres en este espacio es innegable. "Lo primero que derrotaron las mujeres practicando este deporte fue este prejuicio" aseveró.

Para la entrenadora hablar de fútbol, es hablar de un componente fundamental en la vida cotidiana de las familias argentinas porque es el deporte que las apasiona, que les da identidad y que por ende: "sería un disparate pensar que las mujeres están afuera de eso como integrantes de esta sociedad."

Santino utilizó al fútbol como una militancia y consideró como un hecho político que las mujeres se metan en la cancha: "Cuando en un medio de comunicación o alguien que puede formar opinión pública dice que las mujeres no podemos opinar o jugar al fútbol, eso es violencia de género", aseguró.

La mujer en territorio masculino tiene que dar examen continuamente y si se equivoca, en general, es más criticada. Santino manifestó que si bien pueden existir diferencias físicas entre hombres y mujeres, ello no implica que uno sea mejor o peor: "Técnicamente o tácticamente, se puede estar a la par" y agregó: "El fútbol no es ni femenino ni masculino, en todo caso hay mujeres que juegan al fútbol".

La entrenadora impulsó el programa Goles y Metas en la Dirección de la Mujer de Vicente López y en la Villa 31 de Retiro. El proyecto está orientado a transformar los prejuicios culturales existentes a través de un espacio de reflexión.

Las variables del tiempo y del espacio para las mujeres en cuanto derecho al ocio son diferentes y dicha situación se destaca más en las clases sociales con menos recursos, por ese motivo Santino lucha por sostener un espacio para que las chicas jueguen.

"Si sos hombre podes ocupar la cancha cuando querés, si sos mujer, tenes que pedir permiso" reclamó una de las 60 integrantes de Goles y Metas.

"Al sentirnos protagonistas del juego y no sólo espectadoras, la realidad empieza a cambiar", sostuvo firmemente, y fue más allá de la disciplina deportiva: "Nos hacemos partícipes como ciudadanas del derecho del juego, porque para jugar estuvimos limitadas, con menos posibilidades que los hombres".

Ante esta situación, Santino explicó la relevancia de enseñar a levantar la vista para jugar al fútbol: "porque así se aprende a parar y pasar la pelota, eso es importante también para el desarrollo de nuestra existencia, como metáfora de vida el fútbol es maravilloso, siempre te da revancha", concluyó emocionada.