Vayamos por parte. Sin duda el oro final de Venezuela fue la mayor sorpresa (ARGENTINA PAGÓ CARO SUS ERRORES Y CANSANCIO Y SE QUEDÓ SIN EL ORO). El elenco vinotinto llegó al torneo sin su jugador franquicia, peleado con la dirigencia y acusando del poco y mal trabajo realizado. Nestor García le dio un vuelco infernal al equipo a la hora de defender, de mantener el caracter y de jugar de igual a igual ante los poderosos. Jugadores sin renombre que mostraron su buen andar, como Graterol o Colmenares, hasta el propio Gregory Vargas, héroe en la semifinal ante Canadá.

Ni hablar de Heissler Guillent. El base revulsivo que saltó de la banca y creó innumerables propios ante los gigantes siendo figura ante los canadienses y luego frente a Argentina. Un equipo muy duro en defensa, aplomado, y mostrando que sin nombres se pueden conseguir cosas importantes.

Argentina cumplió con lo esperado y por encima. En un torneo de mucho recambio, de jovenes dando sus primeros pasos con la selección, se sacaron cosas muy positivas. Dejando de lado el torneo monstruoso de Scola (SCOLA EL MEJOR DEL PREOLÍMPICO; NOCIONI EN EL QUINTETO IDEAL), hubo jugadores que mostraron mucha chapa y determinación. Garino se recibió de jugador de selección, Deck tuvo un aporte de mucho valor, sumado a la entrega y aparición Richotti, un Safar muy importante, y Delia con Gallizzi en el juego interno.

Los bases como el punto más fuerte, y sin duda que Nocioni no detiene su marcha feroz a la hora de defender y anotar. Con ciertos altibajos, pero mostrando Argentina que tiene materia para ir a Rio.

¿Que decir de Canadá? Un equipo por momentos formidable a la hora de lanzar al aro, ser explosivo en su juego interno y mostrando una defensa sólida.

Individualidades de alto nivel como Wiggins, un Olynik laborioso y goleador, una banca fantástica de mucho gol y juego (Heslip-Scrubb-Ejim), pero con grietas propias de la poca maduración que tienen como conjunto. Ante Argentina, y ni hablar ante Venezuela, nunca pudieron mostrar su nivel, cayeron en reiterados errores de equipo y defensivos.

Tiene todo para ser potencia en un par de años, y más, si le sumamos la presencia de Thompson para lo que se viene.

México terminó de mayor a menor. Un comienzo formidable de juego, de gol, con una localia a reventar y un 8-0 de record. Mostró muchas grietas ante Argentina y Canadá, poca química de conjunto, y pagó caro sus problemas defensivos en el final. Jugadores de buen nivel y experiencia como Gutierrez, Giron, Cruz y todo lo que significa Ayon, pero poco más. ¿El resto? Muy pobre lo de Brasil. Si bien no tenía presión, su recambio no estuvo a la altura de lo esperado, y lo mismo con Dominicana. Una segunda parte pésima (perdió todos los juegos) y sus ausencias se sintieron demasiado. Panamá y Cuba tendrán que seguir trabajando y mejorando en su caudal de juego y jugadores.

Uruguay quedó en deuda. Tenía potencia para meter un repechaje, pero su irregular y su forma de juego lo condenaron.

Hubo de todo. Jugadores y equipos que se mostraron como candidatos, que hicieron su parte, decepciones, revelaciones y una muestra de lo que será Sudamericana en los Juegos Olímpicos. Una lógica (Argentina), una gran sorpresa (Venezuela), y ver si Canadá y México pueden estar a la altura de un repechaje que se prevee sumamente disputado.