Luego de un fin de semana glorioso para el Atletismo argentino, con la clasificación olímpica de Federico Bruno en ocasión de la maratón de Hamburgo, una de las pruebas que integran el circuito de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), en la jornada de hoy se llevó a cabo una nueva edición de la Maratón de Boston.

La competencia que cubre una distancia de 42,195 metros y se celebra en el estado de Massachusetts desde 1897, fue nuevamente escenario del dominio africano. Tanto en la categoría masculina como femenina el festejo fue para Etiopía, nación que pese a estar en la mira de la Agencia Mundial Antidopaje por el escándalo de dopaje que involucra a 40 de sus atletas luego de los JJOO de Londres 2012, cuenta con un sistema para detectar talentos y un gobierno que impulsa los centros de entrenamiento en una gran estructura que se basa en la formación atlética y arroja resultados cada vez más asombrosos.

Con la presencia del sol, poco viento y una temperatura que rondó los 15 grados en horas de la mañana, unos 30.000 corredores fueron parte de la competencia que tuvo como protagonista estelar entre los hombres a Lemi Berhanu Hayle se impuso con un tiempo de 2:12.45 horas por sobre sus compatriotas Lelisa Desisa, campeón defensor y Yemane Tsegay. Fue el primer éxito del atleta de 21 años en la prestigiosa maratón que forma parte de uno de los seis eventos de la Gira Mundial (World Marathon Majors) en un final con suspenso por la leve ventaja del ganador respecto a Desisa, quien en su palmarés totaliza tres victorias en nueve aperturas en los 42 km, dos de las cuales fueron en Boston (2013 y 2015).

Calificada por la IAAF como una de las mejores maratones del mundo junto a las de Nueva York, Londres, Tokio, Berlín y Chicago, la prueba celebrada en Boston, que además fue blanco de un ataque terrorista en la edición del 2013 que dejó un saldo de tres personas fallecidas y cientos de heridos, ostenta con la particularidad de ser el maratón más antiguo y la segunda carrera a pie más larga en EEUU. 

Por el lado de competencia femenina, la etíope Atsede Baysa arribó en primer lugar a la meta con un crono de 2:29.19 horas en un podio que completaron su compatriota Tirfi Tsegaye y la keniana Joyce Chepkirui. Quien fuera doble vencedora en París y Chicago no sólo privó una nueva coronación de la keniana Caroline Rotich, defensora del título, sino también remontó una desventaja de 37 segundos en los últimos 8 kilómetros de carrera para finalmente adjudicarse el triunfo.

Las grandes actuaciones de Baysa y Hayle le permiten acrecentar sus posibilidades de ganarse un lugar en el equipo que representará a Kenia en la cita olímpica en Brasil. 

De esta manera, el Maratón de Boston vuelve a evidenciar una supremacía de los atletas africanos, panorama similar en las distintas competencias alrededor del mundo. El próximo gran objetivo serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en donde la lucha no sólo será entre los africanos sino que se mezclarán en el lote de candidatos varios atletas de otras latitudes que prometen dar batalla en pos del podio olímpico.