La llama olímpica ya se encuentra en Brasil, territorio de la primera cita olímpica en Sudamérica. En un contexto de grave crisis política y económica, que tiene a la presidente Dilma Rousseff en el ojo de la tormenta y al borde del juicio político por causas de corrupción, la antorcha olímpica arribó a Brasilia luego de su paso por la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra y el Museo Olímpico de Lausana. A falta de 94 días para la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos en el mítico estadio Maracaná, el símbolode la cita olímpica que conmemora el robo del fuego de los dioses por parte de Prometeoy su posterior entrega a la humanidadllegó en horas de la mañana al aeropuerto de la capital del país.
En un avión de la aerolínea Latam con la leyenda "Sueño olímpico a bordo", el jefe del comité organizador de los Juegos, Carlos Nuzman, fue el encargado de portar la llama en una linterna en una breve ceremonia en la cual estuvieron presentes autoridades del Comité Olímpico Internacional y la propia mandataria Dilma Rousseff, quien admitió que su país vive un momento crítico pero prometió que el mayor evento deportivo a nivel mundial será "el mejor de la historia" para luego realizar el encendido de la antorcha de Río 2016 en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
De esta manera dio inicio al relevo del fuego sagrado que recorrerá distintos puntos estratégicos y emblemáticos de Brasilia como lo son la Catedral de Brasilia, la Explanada de los Ministerios, la plaza de los Tres Poderes, el puente Juscelino Kubitschek, el estadio Mané Garrincha, el complejo acuático Claudio Coutinho, el parque nacional de Brasilia y la "igrejinha" (iglesita) de la Asa Sul.
Luego será el momento del periplo por 329 ciudades de todo el territorio nacional hasta el 5 de agosto, fecha del encendido del pebetero en la fiesta de apertura de los Juegos.
La primera atleta en la ruta del relevo de la antorcha en Brasil, que incluirá a 12.000 participantes durante los 15.000 kilómetros por el país, será la jugadora de vóleibol Fabiana Claudino, bicampeona olímpica en Beijing 2008 y Londres 2012.
El desembarco de la llama al quinto país más grande del mundo se concreta a exactamente a ocho días de la votación en el Senado sobre el juicio político que puede suspender por seis meses en el cargo a Dilma, panorama que, en caso de confirmarse, le posibilitará al vicepresidente Michel Temer inaugurar los JJOO.
En un momento crucial en la situación institucional, el diario O Globo informó que Rousseff estudia la posibilidad de renunciar a su cargo y pedir al Congreso que convoque nuevas elecciones presidenciales el 2 de octubre, teniendo en cuenta que los sondeos estiman como muy probable que el Senado suspenda a la máxima autoridad de la República Federativa del Brasil por 180 días.
La delicada y problemática situación tiene su otra cara de la moneda, más optimista y esperanzadora. Es el caso de Nuzman, que preside el Comité Olímpico Brasileño, y el presidente del COI, Thomas Bach, quienes ignoran el momento crítico que atraviesa el país anfitrión de la fiesta deportiva al asegurar que la llegada de la llama olímpica a Brasil no sólo aumenta el interés de la población sino también es motivo de una unión en el país sudamericano sumido en una división social y una profunda recesión, la peor en décadas.