El avión que trasladaba al Chapecoense con destino a Colombia para disputar el miércoles la final de la Copa Sudamericana, se cayó en las montañas del oriente de Antioquia. El equipo brasileño llegó a Santa Cruz de la Sierra en un vuelo de la aerolínea "Boliviana Aviación" proveniente de San Pablo. Y en ciudad boliviana abordó el vuelo charter CP2933, de la empresa Lamia Corpotation SRL. Se accidentó en la madrugada del martes al parecer – según los primeros indicios- por fallas eléctricas y falta de combustible.
"Es una tragedia de enormes proporciones", dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, a la emisora Blu Radio mientras se dirigía hacia el lugar del Accidente.
Además reportó el envío de rescate de los cuerpos de emergencias, y la activación de toda la red hospitalaria para brindar todo el apoyo necesario.
Diferentes organismos de rescate se aproximaron al lugar pero las tareas se vieron dificultadas a raíz de las condiciones climáticas, ya que solo se puede acceder a la zona del accidente por tierra.
Se sabe que 81 personas viajaban en la aeronave: 37 jugadores del club Chapecoense, ocho directivos, 20 periodistas, tres invitados y ocho tripulantes de vuelo. En total 75 personas fallecieron en el lugar y seis fueron trasladadas a los diferentes centros de asistencias allegados al lugar del hecho.
El huracán del oeste venía de eliminar a San Lorenzo de Almagro por la semifinales de la Copa Sudamericana y el miércoles debía disputar la final de ida de dicho torneo.
A raíz de esta tragedia, la Confederación Sudamericana de Fútbol anunció a través de un comunicado que suspendió todas las actividades relacionadas al órgano: “hasta nuevo aviso”. Por su parte el Presidente de Brasil, Michel Temer anunció tres días de duelo en el país carioca.
Se salvó por estar lesionado
El único argentino integrante del plantel brasileño no viajó a raíz de una lesión.
El joven delantero de 28 años; quien defendió las camisetas de Coritiba, Ponte Preta, Cruzeiro y Fluminense llegó a principios de año al Chapecoense. "Acá estamos esperando en el club, nadie sabe nada. Dicen que hay cinco sobrevivientes. Estamos esperando un milagro", le dijo a Luis Novaresio en Radio La Red.
El delantero surgido en Nueva Chicago, quien también jugó en Peñarol de Uruguay y Villarreal de España agregó: “Estoy triste.
Siento un profundo dolor por mis compañeros. Lo único que puedo decir es que recen por ellos”.
Los jugadores que no viajaron, decidieron reunirse en el vestuario del estadio Arena Condá. Allí armaron un santuario para orar por sus compañeros. Por su parte, los hinchas también se aproximaron para unirse al dolor que está sufriendo la comunidad verde y el mundo del fútbol.