En lo que va del año, se redujo 120 puntos básicos (1,2%) la tasa que regula los créditos, los bonos del Estado para el ahorro y los plazos fijos. Fue decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que preside Alejandro Vanoli.
La medida significa un incentivo para el consumo y el crédito más barato, lo que a su vez, motiva la inversión. Pero también hace menos atractivo el ahorro en pesos, y genera una mayor circulación de pesos, lo que en el contexto actual puede generar la aceleración de la suba de precios, y del ahorro en moneda extranjera.
Por esto se teme que el Dólar ilegal vuelva a subir, y también crezca la demanda de dolar "ahorro", lo que afecta directamente las reservas del BCRA.
La decisión continúa con la tendencia bajista pero gradual que lleva adelante el organismo. Es la quinta vez en el año que se reduce (en cantidad pequeña) la tasa de interés. La decisión de empezar a bajarla tiene que ver con que la inflación se estabilizó en el 2% (todavía alta, pero notablemente menor que hace seis meses), y una brecha entre el dólar oficial y el paralelo que se ubica en el 40%, lejos del 100% que rozó el año pasado.
Además, los plazos fijos han crecido un 26% en lo que va del año, fenomeno inédito en la era kirchnerista.
Esto también contribuye a pensar que la economía está medianamente estable y con menor incertidumbre.
Para muchos, es necesario tomar esta serie de medidas lo antes posible para reactivar la economía, que el año pasado mostró una recesión, y todavía está lejos de una gran recuperación. Dentro de este grupo se encuentra el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Hay que destacar que este año es electoral, por eso el gobierno de Cristina Fernández intentará incentivar el consumo, que es la pieza impulsora del crecimiento para este modelo económico. Aunque deberá hacerlo de manera gradual, ya que una baja abrupta podría generar un salto inflacionario y cambiario, lo cual sería contraproducente para la imagen del gobierno.
En octubre del 2014, cuando Vanoli asumió al frente del BCRA, el dólar ilegal iba en aumento, y la inflación parecía volver a repuntar luego de un período de desaceleración. La primera medida fue subir en 500 puntos (5%) la tasa de interés y poner un piso al interés que los bancos le pagan a los pequeños ahorristas en un plazo fijo. Esto generó un fuerte descenso en el dólar ilegal y en la inflación. Pero es conocido el perfil heterodoxo del presidente del organismo, por eso se suponía que cuando la economía se estabilice, se iban a bajar estas tasas. Al parecer, para el gobierno llegó la hora.