Los agentes turísticos y las empresas de viajes están de parabienes. El aumento repentino de los paquetes al exterior y las compras de aéreos tuvieron una subida de aproximadamente el 100% en sus operaciones. Esta sorpresa -beneficiosa para ellos, pero no tanto para las arcas del país- se debe a tres cuestiones principales: la inmovilidad del peso respecto del dólar en el último año, la elevada inflación y la caída del precio del barril de crudo. Analicemos estas cuestiones.
Tal como se informara días atrás, el Gobierno, para evitar una fuga masiva de divisas, implementó un cepo cambiario y, al mismo tiempo, estabilizó al peso en relación al dólar con un tipo de cambio fijo.
Al estar atado el primero a las fluctuaciones del segundo, se revive por estos días los beneficios propios de la década de los 90 y el plan de convertibilidad de Menem y Cavallo.
Entre el año 2014 y 2015, una serie de microdevaluaciones diarias llevaron al peso de $8.50 por cada dólar a $9.05. Esto implica una devaluación del orden del 65%. Para el mismo período, el resto de las divisas se devaluaron respecto de la moneda estadounidense entre un 25% y un 30%. Es decir que por arrastre el dólar revaluó al peso respecto de otras monedas casi el mismo porcentaje.
Como segundo efecto, la emisión de pesos descontrolada generó una inflación próxima al 30%. Las paritarias lograron una readecuación de sueldos -en dólares- del 20%.
¿Por qué en dólares? Si el sueldo de un empleado era, por ejemplo, de $8.500 en 2014, eso equivalía a US$ 1.000. Al reacomodarse su remuneración ,gracias a las paritarias (originadas por el desbalance económico fruto de la inflación) un 27%, su nuevo sueldo será en 2015 de $10.795. Eso, traducido a valor dólar al día de la fecha ($9.05) serían US$ 1.193.
Ese plus salarial en dólares aumentó el beneficio de compra en el exterior. Prácticamente, el mismo resultado que durante la convertibilidad.
Y un último punto a considerar es el abaratamiento en dólares de los pasajes aéreos. La caída del barril de crudo de US$ 104 en 2014 a US$ 60 en 2015 llegó como un extra para los amantes del Turismo internacional. Ahora no sólo está barato "invernar" en Miami, sino que llegar a ese destino es más sencillo.