El refrán dice:" ni contigo ni sin ti". Amparo ha estado 30 años con el padre de sus hijos. Ella solo tenía un matrimonio de hecho, ya que su pareja no había pedido el divorcio a su primera mujer. Ella siempre ignoró el porqué de su separación con su esposa, pero luego comprendió que vivir al lado de ese hombre era un infierno. Al principio nada presagiaba que su "matrimonio" iba a ser un caos, pero al año, su pareja empezó a beber y a golpearla, no una sino varias veces al día. Ella estaba ciega de amor por él pero aun así tenía miedo de que en algún momento la matara.
Cuando Amparo estaba embarazada de 5 meses fue tal la borrachera que tenía su pareja y la golpiza que le dio que debieron llamar a la ambulancia por la hemorragia que presentó. El cuadro era muy delicado, pero gracias a Dios, tanto el bebe que se salvó -todas las patadas fueron a su vientre- como la madre estaban bien a pesar de todo. En tanto, la policía y la asociación de mujeres maltratadas trataron de disuadirla a que denunciara a su pareja, pero esta no lo hizo.
Él en realida no trabajaba. La empresa donde había estado empleado, lo había echado por un altercado que tuvo con su jefe. Entonces era Amparo quien sostenía su casa con dos trabajos, uno como recepcionista en una empresa en la que trabajaba en horario corrido y otro en un bar en el que se desempeñaba como cocinera.
Siempre venía agotada, pero ella se las ingeniaba para que su pareja estuviera satisfecha en todos los sentidos. Así aguantó 30 años de su vida al lado de este hombre que la maltrataba constantemente y que jamás volvió a trabajar, pues solo le daba a la bebida y a las golpizas que le propinaba su pareja.
Pero un día, ya no aguantó más porque no solo le pegaba a ella, sino que comenzó a pegar a uno de sus hijos y fue allí cuando reaccionó y le pegó con un palo de amasar dejándolo inconsciente.
Llamó a la policía e hizo la denuncia correspondiente, fueron a juicio y a él lo metieron en la cárcel.
Después de ese episodio y del juicio, Amparo se fue del pueblo donde residía con sus hijos a otra ciudad a comenzar una nueva vida, lejos de los maltratos de ese hombre al que soportó por miedo durante 30 años.