Protejámonos de la gripe y evitemos la aparición. Mantener las defensas en buenas condiciones nos ayudará a ganarle la batalla a los virus.
Dieta: se aconseja seguir una alimentación equilibrada, baja en grasas y rica en frutas, verduras, legumbres y cereales, sobre todo integrales. Los alimentos ricos en hierro: carne, paté, mejillones, berberechos, verduras de hoja verde, también resultan imprescindibles para fortalecer el organismo.
Ejercicio: practicar deporte de intensidad media como la bicicleta, caminar, nadar, un mínimo de tres veces a la semana también nos ayudará.
Descanso y tranquilidad. Dormir las horas que necesite nuestro cuerpo y evitar situaciones de agotamiento, tanto físico como mental, mantendrá los virus alejados.
Más vale prevenir que curar
Hay una serie de precauciones, muy sencillas de llevar a cabo, que nos ayudarán a reducir el riesgo de contagio.
Vacuna antigripal: Es la mejor arma que disponemos para prevenir la infestación, pues disminuye el peligro de sufrir la enfermedad en un 80%. Su administración se recomienda en personas que estén en grupos de riesgo como las personas mayores de 60, diabetes, etc.
No intercambies objetos de uso personal como por ejemplo vasos, cubiertos, servilletas, toallas, son un importante vehículo de transmisión de gérmenes y bacterias.
Usa pañuelos de papel, empléalos una sola vez y tíralos a la papelera. Evitarás la propagación de los virus.
Ventila tu casa a diario, de esta manera se logra un índice adecuado de humedad ambiental, además de evitar la concentración de virus, sobre todo en los dormitorios.
Procura no tocarte la nariz pues es un gesto que puede facilitar la entrada de virus en el sistema respiratorio.
Si estornudas, tápate la boca con la manga, nunca con la mano
Evita los lugares cerrados y con aglomeración de gente, por ejemplo: los centros comerciales, cines, estadios de fútbol, discotecas, en temporada de gripe, son los lugares donde más posibilidades hay de contagio.
Si a pesar de todas las precauciones, la gripe hace acto de su presencia, no nos quedará otro remedio que guardar reposo y esperar a que siga su curso.
Eso sí, no tiene sentido tomar antibióticos ya que estos fármacos tan solo son de utilidad en infecciones de origen bacteriano.
Si deseas remedios caseros, beber agua, zumos, infusiones, caldos ayudará a rehidratar y remineralizar el organismo.