El maltrato y abandono a las personas ancianas en los geriátricos argentinos. Cada día son muchos los ancianos que entran en los geriátricos, sean privados o públicos. Sus familiares ven en los geriátricos, la salvación de no querer cargar con un anciano en su casa. Claro que no todos piensan igual, y dado que los padres ya ahora ancianos han cuidado de sus hijos, es el tiempo de los hijos de cuidar y velar por sus padres.

En el diario La Nueva Provincia de la ciudad de Bahía Blanca han hecho consultas y estadísticas de personas ancianas, que fueron a parar a geriátricos privados o públicos, en la que los ancianos han sido sometidos a un maltrato y abandono total o parcial por parte de sus familiares.

El 85% de ancianos que van a un geriátrico público sufre maltrato por parte las enfermeras y cuidadores, los médicos van una vez a la semana para revisarlos y darles pastillas para dormir o para sedarlos y así el anciano o anciana no molestarán durante todo el día. Tampoco se quejarán si están con los pañales geriátricos sucios, pues los lavarán solo una vez al día y encima les pegarán en caso en que no obedezcan. Cuando algún familiar viene de visita le dicen que espere un momento y como a los 20 o 30 minutos aparecen con el anciano, y los tratan bien delante de estos. Pero cuando se retiran vuelven a sufrir el mismo calvario. Realmente esto es alarmante.

El 15% de ancianos que van a geriátricos privados no les daban de comer, solo cuando los familiares aparecían entonces hacían la pantomima de ocuparse de los "abuelos".

Aunque hay geriátricos privados y se cuenta solo unos cinco geriátricos, donde el anciano es bien atendido dado la paga que reciben por parte de los hijos de estos. Estas estadísticas han sido develadas a nivel provincial, o sea, dentro de la Provincia de Buenos Aires.

El actual intendente Gustavo Bevilacqua como otros intendentes de la Provincia de Buenos Aires, quieren establecer una reforma para todos los geriátricos de la demarcación, en la que consiste en denunciar y enviar a la cárcel a aquellas personas que maltraten a un anciano o anciana, sea en un geriátrico o en el ámbito privado y que aquellos hijos que maltraten o abandonen a sus progenitores desentendiéndose de ellos totalmente.