Primeramente habría que preguntar qué es virtud; virtud es la cualidad que impulsa al alma a obrar preferentemente en cumplimiento de los deberes establecidos para bien. Allí se encontraría el verdadero sentido de la libertad. Obrar con libertad no es hacer lo que se quiere, pues esclavo se sería de los caprichos, sino lo que se debe. Un sencillo ejemplo: cayendo una anciana en la esquina se verán a personas riéndose sin poder detenerse y a quienes no pueden detener el inmediato impulso que los lleva a ayudarla con evidente preocupación.

El facilismo que impera en todo el mundo, expone a las virtudes como errores incompatibles con el modernismo globalizado; porque es más fácil romper que reparar, ensuciar que limpiar; abandonar que acompañar; estallar que soportar, escuchar a la chusma que evitar su trascendencia.

La paciencia como virtud humana contribuye no sólo a la espera, también a la comprensión de hechos que, para los que prescinden de ella, sólo se traducen en reproches, exigencias, intolerancias, incomprensiones. Los destinatarios de estas manifestaciones, también sin la virtud de la paciencia, reaccionan de múltiples maneras siendo imposible la concordia, y a falta de esta probidad se camina bajo reglamentos propios.

Desconocer de dónde proviene la paciencia es un tema alarmante, es como saber de la necesidad de agua pero no dónde conseguirla; mucho más angustiante es el desinterés por no buscarla sabiendo que forma parte de la subsistencia. La paciencia es vital en las relaciones públicas - humanas, y aunque no explícita en un contexto teórico, implícita en quienes concretan en su interior el valor e importancia de dichas relaciones.

Pueden ser comprensibles reacciones en discordancia con la paciencia, movidas por agentes externos como las presiones en el trabajo, el tránsito desordenado, inconclusiones laborales, pero no justificadas ante quienes se dice amar no recuperando de inmediato la virtud perdida o agobiada. Entonces ¿en el amor estaría su fuente?

El amor es descrito como "benigno, sufrido, sin jactancias, sin envidia, no rencoroso, no vanidoso, no irritable; sufre, cree, espera, soporta". "Recalcular" las acciones hacia esta fuente, no sólo hará posible mejorar nuestras relaciones de pareja, familiares y filiales, sino también las públicas y humanas.

La paciencia se pierde a medida que se permite lo que no corresponde a nuestra naturaleza y excelentes sentimientos, dejando gane espacio en nuestra mente, alma y corazón. Así como el gozo es la satisfacción del deber cumplido por el accionar del amor en el deber, la paciencia es…

El amor cuando espera.