El Papa Francisco pidió orar para que Dios lave sus suciedades

Durante el Jueves Santo, el Papa Francisco imitó el gesto de Jesús con sus discípulos en la Última Cena, y lavó los pies de doce presos. También pidió a los presentes que rezaran para que el Señor lave sus suciedades.

Su Santidad lavó los pies de seis hombres y seis mujeres detenidos en la cárcel Rebibbia, en la ciudad de Roma, y explicó que en esas doce personas estaban representadas todas. Sostuvo además que ese gesto que tuvo Jesús era realizado en la antigüedad por los esclavos, con lo cual quedó demostrado el profundo e incondicional amor de Cristo por todos nosotros.

Además, el Sumo Pontífice aseguró que también tiene necesidad de ser "lavado" por el Señor, y pidió a los presentes que recen por él para que Dios lave sus suciedades y lo convierta aún más, en esclavo en el servicio a los demás.

Francisco destacó que el amor de Jesús por nosotros no tiene límites, hasta el punto de dar la vida por nosotros, en la cruz.

La fecha coincidió con el décimo aniversario de la muerte del Papa Juan Pablo II, que falleció el 2 de abril de 2005, a los 84 años, tras enfrentar una larga y dura batalla contra la enfermedad de Parkinson. El expontífice fue santificado el año pasado.

Un día antes, en audiencia pública en la plaza de San Pedro del Vaticano, Bergoglio lo recordó como un ejemplo admirable de sufrimiento, y agregó que su testimonio estará siempre vivo, ante el aplauso de peregrinos y turistas que estaban en el lugar.

Francisco, que es el Papa 266° en la historia de la Iglesia Católica (y el primero latinoamericano y jesuita), también encabezó el Vía Crucis en el Coliseo Romano, impartió la bendición apostólica, y recordó a los miles de cristianos que hoy en día son perseguidos en el mundo por profesar su creencia.