El rascacielos se presenta como una propuesta ambiciosa y funcional a la vez, y su nuevo mirador constituye una alternativa magnífica para contemplar Nueva York en todo su esplendor. El innovador observatorio abre sus puertas y más de un ciudadano neoyorkino tendrá la sensación de recuperar una parte de su vida en la Gran Ciudad, tras los acontecimientos del 11 de septiembre del año 2001, que destruyeron por completo la antigua 'Freedom Tower'.

El nuevo observatorio, denominado 'One World Observatory', brindará a los visitantes una experiencia inigualable desde el inicio de su trayecto, en particular cuando se encuentren con la vista más fabulosa de Nueva York y Manhattan.

En este sentido, las perspectivas de quienes llevaron adelante la idea y diseño del Observatorio son muy favorables, estiman que la concurrencia de público será de alrededor de 10.000 personas en las jornadas de mayor éxito.

En relación con el costo de la entrada al mirador, será de '26 dólares' para los menores de edad y de '32 dólares' para el público de edad adulta. El recorrido está previsto con una duración de aproximadamente 30 minutos a una hora, mientras los usuarios podrán realizar algunas compras o adquirir algún tentempié.

En cuanto a las características de la visita, el turista recibirá la bienvenida en su idioma nativo, tras pasar el comprobante de entrada por un lector magnético.

En ese preciso momento se encenderá una luz brillante en 'globo terráqueo' de gran dimensión, que focalizará la atención en el país de origen del viajero, estableciendo un punto de encuentro entre Nueva York y su país de procedencia.

Otra de las novedades del paseo, es una proyección de videos llamada 'Voices', que brindará detalles sobre la construcción del gran observatorio, en ella se podrán ver y escuchar los testimonios de constructores, diseñadores e ingenieros del proyecto, además de algunas intervenciones del personal que trabaja allí.

La torre se caracteriza por una gran cantidad de espacios luminosos, que facilitan el ingreso de luz solar y logran una vista imponente hacia el exterior. Además, cuenta con un elevador que se considera el más veloz de Occidente, el mismo permite que las personas leguen al piso más alto del rascacielos en cuestión de segundos.

El ascensor posee grandes paneles que simulan ser de 'símil cristal'.

De esta manera, cada uno de los ambientes del 'One World Trade Center' está pensado para que los usuarios obtengan un máximo confort en su recorrido. El momento cúlmine sucede al llegar al 'piso 102', donde hay una gran pantalla que parece estar dispuesta para proyectar un film o un documental norteamericano. La sorpresa es que la misma se abre como una ventana gigantesca, que muestra un panorama en vivo y en directo de Nueva York y Manhattan en todo su esplendor, con sus rascacielos, avenidas, afluentes , embarcaciones y monumentos como la escultural 'Estatua de la libertad'.