Desde hace varios días, diferentes medios internacionales han dado reporte de la preocupante situación que se está dando en las fronteras de Grecia, Macedonia y Serbia, entre otros países. Lo ocurrido llevó al Gobierno de Macedonia a declarar el Estado de Emergencia en sus fronteras norte (con Serbia) y sur (con Grecia) el 20 de Agosto pasado. Se intensificó con ello la presencia militar en la zona, buscando controlar el flujo de inmigrantes pero esto no se ha logrado, sobre todo en el límite con Grecia. Miles han pasado, la mayoría sin ningún tipo de documentación ni permiso para ello.
Según datos brindados por ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la mayoría de estas personas provienen de zonas en conflicto tales como Siria, Afganistán e Irak. Buscando huir es que atraviesan el Mar Mediterráneo e ingresan a Europa a través de Italia, Grecia y otros puntos. A partir de allí, su objetivo es llegar a los países más prósperos de la Unión Europea (UE) en busca de asilo.
Si bien esta problemática no es nueva, en los últimos meses puede decirse que se ha intensificado debido a factores como lo son la Guerra en Siria y la expansión de los movimientos integracionistas islámicos, entre los que se destacan el Estado islámico y Boko Haram, los cuales se han caracterizado por el uso de grandes niveles de violencia en su accionar.
Esto ha motivado la huida de muchos nacionales, lo que se puede observar en los datos brindados por la ONU. Según éstos, en los últimos meses el número de migrantes y refugiados se ha incrementado superando los 300.000, y sobrepasando el total de movimientos registrados durante todo el 2014 que fue de 219.000.
Es por este motivo que las fronteras tanto de Macedonia como Serbia y Grecia se han visto colapsadas con estas nuevas olas de inmigrantes.
Por lo pronto, tanto Macedonia como Serbia, han pedido a la Unión Europea colaboración para poder elaborar un plan de acción conjunta frente a la profundización de esta problemática, la cual requiere tanto un control de la porosidad de los límites nacionales, como así también de una ayuda para los indocumentados frente a la precaria situación en la que se encuentran.