Actualmente el mayor productor de automóviles es Toyota Motor, compañía que cuenta con muchas sucursales y sedes a nivel mundial. Tras la explosión acaecida en el puerto de Tianjin, en el norte de China, la producción de la firma se ha visto afectada, por lo que el portavoz de Toyota en Tokio había anunciado que se detendría momentáneamente su funcionamiento. El período de inactividad comenzó el 12 de agosto pasado y, según le indicó el vocero a la agencia EFE, en ese lapso la operatividad de la empresa se vería afectada, principalmente en las áreas donde estaban las sedes de Tianjin.

Sólo dos de esas instalaciones se encuentran a 2 kilómetros de distancia del centro de la deflagración, zona en donde las autoridades chinas mantienen el llamamiento a la evacuación para prevenir nuevas muertes. Otra filial, ubicada a 70 kilómetros, está obligada a suspender su producción, ya que los materiales utilizados allí sólo se fabrican en las sucursales afectadas por la explosión.

En principio Toyota -que desconoce en qué estado de encuentran las plantas productoras cercanas a la zona del desastre-, había anunciado sus deseos de reiniciar las operaciones el miércoles último, pero debido a la imposibilidad de garantizarle seguridad a su personal, decidió extender la medida hasta mañana, sábado 22.

Desde la sede de Aichi, Japón, se ignora en qué estado se encuentran muchas de las partidas de los vehículos, lo que impide que se puedan embarcar y exportar, aunque se cree que han sido dañadas por las altas temperaturas de la explosión. Si bien no se registraron víctimas fatales entre su plantel de empleados, 50 de los heridos son personas que trabajan en esta sede.

Este Paro desafortunadamente afectará a la economía de Toyota, debido a que los daños y perjuicios ocasionados por esta tragedia tendrán paralizada la producción. Además la reconstrucción de esta área está en proceso, por lo que las personas especializadas en socorro están constantemente trabajando en el área afectada, dando lugar a la evacuación de todo el personal.    

Otras empresas japonesas se han visto afectadas por esta catástrofe, ya que ocurrió en uno de los principales puertos de China, donde la mercancía entra y sale con mayor facilidad.

Finalmente, el alcalde de provincia de Tianjin, se adjudicó la responsabilidad de las explosiones registradas en los diversos almacenes, que dejaron un saldo de 114 muertos y 700 lesionados.